lunes, 29 de diciembre de 2014

2005-2015

La última década ha sido la más difícil, la más feliz, la de momentos más tristes, por las cosas que sucedieron  y  la gente que tuvo que irse de este mundo, pero a días de terminarla voy haciendo el recuento de que en esta última década escribí mucho más que en las primeras dos, vi publicaciones con mi nombre y me sentí de lo mejor, me casé y me divorcié, luego conocí al amor de mi vida al que desgraciadamente perdí una mañana en Cholula; esta década revolví caminos, me hice de un nombre, de un hígado resistente, de muchas citas, de varias conquistas, fui fiel, infiel, fui un guerrero, me hice amigo de gente que visitó mi departamento y dejó recuerdos, sonrisas, pláticas, ropa, regalitos e igualmente abandoné con mucha pena ese lugar que fue mi guarida. 
Durante esta decena de años me volví padre de un niño y una niña maravillosos que me enseñaron a reír, a soñar, a ver la vida de otra manera. También perdí un par de angelitos que no lograron nacer, y al día de hoy aún no logro que la mamá de Rodrigo me deje verlo otra vez, pero aún estoy con Fernanda y la amo por que a sus dos años me ha hecho más humano.
Encontré el año nuevo 10 veces, todas fueron madrugadas muy peculiares, algunas casado, algunas divorciado, algunas con desconocidos, algunas con gente de mi pasado, muy decepcionado, desconsolado, y otras  tan enamorado.
Esta década se fue tan rápido, que me costó tanto comprender que fueron 10 años agrestes, años en los que  hice música, toqué, canté y disfruté, vi mis creaciones hechas realidad y oí mis canciones en la radio, le escribí todo un disco a una sola persona y aprendí que se siente el abandono. Conocí otros amores, el sabor de otros cuerpos, el calor de cada madrugada distinta, y mi sonrisa se fue haciendo madura, reacia; y llego a este final habiéndome reinventado sin querer, por que la vida pocas veces es lo que uno quiere, siendo esto la enseñanza final de estos dos lustros que me han descobijado, hecho llorar pero  hecho reír con muchísima fuerza, hecho suspirar, olvidar, recordar y sufrir, pero de todo...gracias, no te debo nada, no me debes nada,  vida estamos en paz.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Éxtasis

En la vida, a través de amarguras se aprende a disfrutar de las cosas simples, de todo lo que no tiene precio, no soy el mismo que hace un par de semanas, sigo con ganas del calor, de la luz, de la verdad, sin embargo en esta sequía de sentimientos, me encuentro con la orilla de todo.
Se que no todo estuvo mal, pero lo siento, hoy tengo sobre la cara una vestimenta casual, un capítulo nuevo donde nada de lo que me vencía se coló a este lado. Me siguen los comentarios sarcásticos, no puedo decir que no, sin embargo no hay nada que responder, sonrío, limpio, fuerte y claro, como golpe de címbalos, retiñe cada idea en el eco del cielo, no es por ti, no es por mi, es sólo la tarde que se pondrá algo pálida, que descompone el azul del cielo en un rosa-Aqua-azul, diciendo sin decirlo, que está todo bien, así, sin color, sin demencia; con los ojos cerrados, apenas y se siente el viento, la vida... Sabes que estas vivo por el disfraz que te pones, no por nada, por nadie, por lo que sea... sonreír.