lunes, 23 de noviembre de 2015

Ya no estar

No es secreto que toda esta vida mía he intentado encontrar recuerdos felices, sin embargo no solo los que tengo me bastan, se me ocurrió creer que la vida puede traer un poco de paz, soy un tonto, mi alma se ha desgastado tanto que hoy solamente estoy conteniendo un alma longeva en un cuerpo apenas viejo.
He visto sonrisas de niños desahuciados que brillan mas que la mía, no he encontrado mas que pesares, así que el júbilo me es tan ajeno; cuando ya no esté hijos mios, supongan qu eno es la salida del cobarde como todos acusarán, porque he vivido con todo el coraje, he dejado tras de mi recuerdos felices para otros, simplemente que este lugar ha perdido para mi el color, todos los otoños he esperado la felicidad venidera con la promesa de un nuevo amanecer cada año, este es distinto, he perdido en manos carniceras a mis pequeños infantes, y dios no mira a este lado, no existimos, no existo, y es por eso que he perdido las ganas de vivir, porque me han ido convenciendo todos esos seres que se llaman humanos, de que el infierno es un estado mental, de que necesitamos amar y ser amados y que nunca he sido parte de nada realmente. Ese instante después en el que el mundo me libere de mi carga volaré a la eternidad de la sin esencia, a ser parte de las flores, a no conocer mas dolor mas sufrimiento, es gracioso ese dios, te pide que lo ames a fuerza y si no te castiga por toda la eternidad, nada más ventajoso. 
Me sumerjo en la calle, la mitad del tiempo no hablo con nadie cohabito con dos fantasmas apusilánimes que creen que la vida se trata de todo menos de entender ¿Quién puede vivir siendo acusado a cada momento?, yo tengo la paciencia mas grande que el corazón, sin embargo la he perdido toda, en mi loca carrera hacia la felicidad he encontrado nada; mi contemplación de la realidad y de todos sus recovecos tiene que terminar, nunca he encontrado paz porque simplemente no pertenezco a este valle; hijos míos la eternidad no existe a menos de que alguien te recuerde, y yo he soñado con mi primer amor y no tiene rostro, solamente se reduce a unas pocas conversaciones, y al ridículo que hice al enamorarme... No es el recurso de un cobarde, es el paso siguiente a quien ya no entiende la vida, a quien le fu despojado del sentido de todo por almas impías que necesitaban saciarse, he pensado en todos pero nunca en mi, nunca han existido buenas intenciones para conmigo, nunca ese dios y su plan perfecto ha alcanzado ninguna de mis orillas, no soy más que un número perdido entre la bruma de la multitud, no tengo rostro, no soy nada sin ud. y los he perdido. Hijos míos cada una de mis letras queda escrita, grabada, y espero sea recordada, uds tallaron en mi alma momentos felices en una existencia desgraciada, nada puedo hacer y esta idea no se va, todo el día todo los días, cada minuto, quiero decir adiós, quiero irme, desvanecerme, no volver porque no hay nada aquí, no hay amor, no hay hogar, no hay una mirada tierna, no están uds, no hay mas cielo.
Lo cobarde sería conformarme con algo de lo que nunca tendré más que el sueño, "al menos" no existe en mi léxico, y al menos tener algo no es posible, crecí creyendo que nací para cosas mayores igual que uds. y me encuentro con que toda esa rabia se ha diluido entre los pensamientos de las personas que no puedo contener, ¿Dónde está su dios?, ¿ A quién le rezan si nunca responde?, me hartan los cánticos a un dios sordo, y ciego que nunca se ha hecho presente, es solo miedo, y no quiero tener miedo, con ternura veo a la gente que se obliga a su fanatismo por creer en algo y no tomar las riendas de su vida, en cambio yo me fui sobre la senda difícil, y tampoco he obtenido nada, no es la decisión de un cobarde, sino la de un ser que nunca encontró el eco, tengo una tristeza tan profunda que me cuesta estar de pie, la obscuridad me cubre completamente, No soy cobarde, solamente que no queda nada para mi, y me los quitaron a ud. con profunda pena debo irme, necesito irme, quiero irme.