lunes, 16 de octubre de 2023

Las aventuras de Boris

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Me senté en una taquería a pedir un plato de pozole chico, porque después de lo que tomamos mi tío y yo, se me antojaba algo “soposo”: al terminar de devorar pedí un palillo y la terminal, solo para que el mesero me informara:” no tenemos pag con tarjeta”; hijoles es que no traigo efectivo, fue mi respuesta para convencerles de que me cobraran. 

Me hice de palabras con el mesero, pero al estar un poco inhabilitado por él estado etílico, mi mensaje no llegó adecuadamente o no sé si ellos habrían tenido un mal día, per al fin salió la dueña, una mujer ni muy vieja pero tampoco joven que me gritaba para que pagara la cuenta de un pozole chico y dos aguas de horchata. -“Oiga vamos al cajero y le pago “-

-“ No mames” - dijo la señora “ No te voy a llevar al cajero, págame”

- “Pues no tanto que me lleve, que me acompañe el muchacho”

Al final la señora se quedó mi número y mi identificación para que yo regresara a pagarle. Caminé errante hacia el centro de la ciudad, aguantando el reflejo de mixión, y entre a un bar nuevo que tiene una pintura bonita con un ambiente agradable, quería ir al baño. 

Entre al mingitorio, cuando de espaldas en uno de los cubículos vi que  estaba una mujer alta entqconada,” verga me metí al de mujeres” . Aunque la mujer meaba parada por lo que me asomé ala puerta, todo para darme cuenta de que estaba en una fiesta drag.

Pedí una cerveza, no fuera a haber pedos por solo ir a mear, y se me acercaron 4 drags que entre la música y los silencio me preguntaron el nombre y me invitaron a bailar, no le quise dar la mano a una porque no me había lavado, per si fui a bailar, “ no fuera a haber pedos”, uno en esos casos no sabe cómo reaccionar y conviene ir con la corriente “no vaya a haber pedos”, luego descubrí que una de las chicas drags era chica, chica pues, mujer biológica, y que quería fumar un cigarrillo afuera, salí con ella “ no fuera a haber pedos” y le volvía preguntar su nombre mientras le ofrecía el encendedor y me pegaba una botella de vidrio verde para beber una cerveza medio tibia.

Una amiga de mi nueva amiga le gritó: “ ¿A donde vas ?”

Volvimos a la fiesta drag con la amiga y para pagar la cuenta, caminé con mis nuevas compañera de farra hasta el cajero, al cual entre solo  para no despertar al tipo que ahí duerme. Tras los tragos ya no traía camisa y estábamos en otro bar… y así el fin de semana. Al día de hoy no he ido por mi identificación pero tampoco la dueña me ha llamado así que es empate.