Es lo que no sabes, esa pequeña frustración enorme de cuando no estas... " y miró atrás, todo el exquisito diorama se entregó a tus ojos, sólo escuchaba una voz, los dedos de sus pies, el color exacto de la piel, la sensación del primer beso, la boca entreabierta". Los pasillos solitarios me recuerdan a ti, al menos no se sí es lo correcto, simple y sencillamente que está inmensidad vacía, el momento ese antes de verte le da sentido, pude arruinarlo, ya no tengo el poder de volver atrás sigo en la miseria de mis culpas por que mi teoría es que si te tenía no había más perspectiva humanista, no hay vacío hedonista, no tiene que ver con este mundo. De lo único que estoy seguro es que no hay mañana, no hay esperanza del día que llegará, ayuda no hay, sólo las lágrimas semisecas que irritan los párpados. Cada pensamiento que viaja, cada vez que extrañas, cada culpa, cada vez que se enciende un cigarro y se recuerda, mientras el humo sube, se deshace, se vuelve un alma que viaja lejos, todos esos lugares son ventanas, y entre millones y millones de ojos y manos y pies, los más, los menos, los tuyos... el problema es que ya quiero dejar esta vida para ver si en la que sigue otra vez te puedo encontrar. Tanta tristeza, sólo puedo dejar esta vida.
Doctorante en tecnologías e IA, Maestro en Educación y redactor editorial con más de 15 años en el sector educativo. Aquí comparto textos que nacen de lo cotidiano: Escribo sobre el tiempo, la soledad y esos momentos donde lo extraordinario se cuela en lo ordinario. Bienvenido a mi rincón. No tengo más que perder... aparte del tiempo.
lunes, 28 de abril de 2014
domingo, 13 de abril de 2014
El dicho aquel
El abuelito Rufino estaba muy enfermo, desde el día antes estaba acostado en un catre, la tía Cristiana le había puesto muchos ungüentos, lo rociaron, le dieron de beber varias soluciones y nada, aún no reaccionaba, seguía con fiebre y no dejaba de quejarse, a veces se ponía lúcido y entonces otra vez la fiebre. Doña Antonia vino antes con unos cataplasmas, que le puso en los pies, le untó pomada, le puso cebolla y lo cubrió con periódico, luego le puso las calcetas, pero sin embargo no se recuperó, Claudina y su marido fueron por el doctor, así que esperamos, y esperamos, y esperamos... Domitila y yo teníamos hambre, pero mi mamá no se separaba del abuelito, y cuando le preguntábamos si ya íbamos a cenar, sólo decía: " hay que esperar, por que puede que se muera Tata", y nos teníamos que regresar al otro cuarto o a la hamaca.
El doctor llegó con Claudina, y rápido se metieron al cuarto para atender al Tata, mientras mandaron a Miguel por el padre, pasaron un par de horas, y Domitila fue otra vez con mamá, "¿ya cenamos?", "Esperense tantito", y regresó otra vez conmigo, ya pasaban de las 1:30 y no habíamos cenado, Tata seguía agonizando y yo me quedé lentamente muy profundo, muy dormido.
Al día siguiente me levanté, mamá ya estaba haciendo café y nos dieron queso con totópos, Tata Rufino ya estaba fuera de peligro, pero Domitila seguía enojada con mi mamá, "ya, ya, discúlpenme, estábamos esperando lo que iba a pasar con su abuelito", decía mi mamá en todo de disculpa, al o que Domitila, con los brazos cruzados le reclamó: " pues sí, pero anoche, ni se murió Tata, ni cenamos"...
Desde ese día decimos eso cuando no sucede ni una ni otra cosa: " ni se murió tata, ni cenamos".
La hipocresía de la innovación
Redactar mientras uno duerme, es una cualidad que pocos tienen, debo decir que, muchas veces a un servidor le pasa que comienza con un texto en los momentos de lucidez de la etapa de sueño R.E.M. Eso le da mi lenguaje poco tacto, de modo que la idea queda bien clara pero necesita un poco de "manejo" a modo de que ofenda poco u ofenda menos, porque en esta ciudad hasta los políticos, en su carácter de personajes públicos, se desmayan cuando alguien les increpa o les puntualiza digamos, alguna de sus pendejadas, yo creo que el político oaxaqueño cree que el fuero le da derecho a ser un pedazo de cabrón y a que nadie se lo reclame; pero el punto central de este texto no es esa hipocresía, sino más bien una hipocresía sistemática, esa hipocresía quien nos tiene como nos tiene en el lugar que nos tiene, la hipocresía de la innovación le llame. Supongo que en carteles y en redes sociales muchos supimos del espectáculo de la innovación, un evento que resulta interesante en su discurso, ya que el abandono social y económico, ha marginado este estado, pero u poco más a fondo me encuentro con el ánimo hipster, que versa sobre la búsqueda de propuestas y experiencias que enriquezcan el stock cultural, al ser humano vamos... Vaya que las cosas no son lo que parecen, por lo menos aquí en don de vivimos, y hablo en concreto de las propuestas musicales, y me refería a que es sistemático, por que mientras en otras latitudes existe una búsqueda de nuevas propuestas, aquí la gente comentaba "¿otra vez Bostich?", no es malo, dije, están innovando defendí, es simplemente que la innovación en Oaxaca es como aquella chica que va a la playa y después de un viaje de muchas horas, no se mete a bañar solamente moja los pies, y se vuelve a casa. Algo así me parece y o sólo este evento, dije sistemático y es sistemático, la gente en el gobierno, la gente en las instituciones, la gente en los bares, la gente que sigue "apoyando a la escena local", pero prefiere pagar un espectáculo ya visto y probado, por que "más calma lo por conocido", que pobre actuar, porque entonces la innovación no es innovación, sino, simula innovación, yo creo que serán muy amigos decía alguien por ahí, y eso nos deja en el punto de inicio, gente que se cree hipster por que oye cumbias, pero que sigue pagando espectáculos donde se tocan canciones que tienen al menos 20 años que fueron éxito, proyectos viejos que eran nuevos cuando no habían nacido todavía; lo que al final nos deja con un sabor de boca un poco amargo, mientras en otro lugar tu propuesta se puede volver internacional, aquí hay que ser amigo del amigo, hijo, o pariente, y al final ser parte de esta "nueva ola", de esta escena enrarecida, de este modelo de nepotismo cultural, amigo del amigo, estar con ellos o no estar. Me pierdo en mis pensamientos, y regreso en mi, con ese comentario de hace tiempo, una amiga artista " me voy porque en Oaxaca pasa la vida y no pasa nada más", que pena de verdad.
sábado, 12 de abril de 2014
La experiencia
Te conocí de tarde, supongo que entre las 6 y las 7, yo caminaba por el pasillo y tu subías de las gradas, deseable, tan linda, forrada en mezclilla; la mirada tuya se hizo mía, te vi fijamente, como queriendo encontrarte con la mirada al fondo del alma, los ojos bien abiertos, fue eterno ese segundo en el que te vi, creo que encontramos la memoria infinita de lo que sucedió en otra vida, pero que en esta llegaba muy tarde. Y a destiempo, en diferentes velocidades tu línea de vida solo fue un poco paralela a la mía, supongo que es otra vida, las gradas, ese día, los años, tu vida, supongo que no recuerdas como yo te recuerdo, ese día.
Lo que más extraño
Algunas veces imagino la playa, la inmensidad azul al fondo, en el día más soleado que jamás he visto... Viene corriendo, salpicando arena, allá lejos estoy yo, con el viento en la cara gritándole que venga. Todo se vuelve borroso, la bruma espesa, no puedo llegar a el, solo de lejos, el nubarrón se lleva la luz, se traga la imagen y mi voz se vuelve el eco metálico, "¡corre Rodri, corre Rodri!"; lo único que tengo de mi hijo son las luces de una imagen perdida, las fotografías en mi mente y los minutos días y horas que me perdí, por siempre... La imagen no cesa pero nunca se completa, es un sueño recurrente, es la desgracia de la pérdida infinita, la muerte en vida, mi muerte en vida.
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