No puedo romper un corazón, porque no quiero, no puedo romper un corazón, porque necesiteé muchos años para volver a la vida cuando a mi me lo rompieron, no puedo romper un corazón porque no debería ser... No soy bueno, pero aún esta bestia cubierta de su coraza, no es más que carne y crin, vivo, sangre, esperma, sudor, saliva, música y no puedo romper un corazón, porque el suicidio no viene en mi repertorio. No puedo romper un corazón porque tengo la empatía de los miles que fuimos desechados, porque no es humano, porque sin embargo y sin querer sucede, no puedo romper un corazón y sin embargo... Sucede.
Doctorante en tecnologías e IA, Maestro en Educación y redactor editorial con más de 15 años en el sector educativo. Aquí comparto textos que nacen de lo cotidiano: Escribo sobre el tiempo, la soledad y esos momentos donde lo extraordinario se cuela en lo ordinario. Bienvenido a mi rincón. No tengo más que perder... aparte del tiempo.
domingo, 14 de septiembre de 2014
jueves, 11 de septiembre de 2014
Fuego nuevo sobre cenizas
A cierta edad valoras, lo que en la vida viene llegando, durante mucho tiempo el futuro era un hechizo, el tiempo se me hacia corto. Creo que llegaron esos días en los que ya con la libertad que me permite... Esto puedo hacer, que gana me dan otros momentos, y pienso " si aquella vez yo.." Y hago hipótesis de que habría pasado. En cambio, sólo tengo el aquí y ahora, hemos llegado donde debemos pero no es por mucho, este inicio de "algo" es grande, lo siento, sin la emoción adolescente del quizás, con el vigor pero la sensatez bien puesta porque han entendido mis pies que únicamente cargan lo que pueden llevar, y es todo, nada ansioso, nada perenne, que muera ya lo que deba perecer con la luz de la mañana, porque tendrá que irse o se irá de una vez, y así como pasa la noche, no volverá más que en recuerdos fugaces o tal vez ni vuelva. Tanto, tanto, tanto amor de pronto se consumió, así mismo nuevo renace con fuerza eterna, con esas ganas de no dejar ir el cielo. "¿Donde está tu amor si de verdad existe?"... El eco de esa pregunta me vuelve con el sabor químico de doce cigarrillos por hora, ya no estoy ahí y sin embargo ya se a donde vamos, un leve mareo y sigo adelante, aunque no sepa en donde estés, o en donde estén, ya voy muy lejos ya no hay retorno y al fin es el lugar a donde debo llegar, contigo, sin ti, con alguien más, con muchos que confían y creen de alguna forma en que lo que hago está bien, se fue definitivamente y ya no duele. Es simplemente que no duele, por más que busque ese dolor, ya sólo la forma es natural: un beso para besar, una mano para tomar, un sueño para soñar, un mundo para descubrir y si en el camino nos vemos está bien, si no no me importa como antes; el sudor como grasa se acomoda en el suelo y sin enderezo, sólo recto, directo, allá voy, se enciende la llama que seguía viva, no hay ansiedad, sólo el placer íntimo de la palmada en la espalda, del objetivo que se vislumbra, aunque tarde llegará, aún que lejos ahí está... Para llamar a ese número, para contestar la llamada, para hablar apresuradamente o para cantar nuevas canciones he aquí las almas urgen en un sentido, venga quien venga es bienvenido, nadie nos detiene y esa es la única regla de este huracán que en poco tiempo se convirtió en la vida que deseó vivir el poeta.
Sólo oigo esa frase que me regalaste" has de tu vida un sueño... " Y ya lo estas viviendo, ya lo estoy viviendo. Hasta siempre, dirá la lápida, y si en ese camino te encuentro mi sonrisa honesta no será para ti, hasta siempre dirá allá la lápida bajo el árbol que escogimos, se consuma y se consumé esta vida intensa.
Sólo oigo esa frase que me regalaste" has de tu vida un sueño... " Y ya lo estas viviendo, ya lo estoy viviendo. Hasta siempre, dirá la lápida, y si en ese camino te encuentro mi sonrisa honesta no será para ti, hasta siempre dirá allá la lápida bajo el árbol que escogimos, se consuma y se consumé esta vida intensa.
sábado, 6 de septiembre de 2014
Que bonita se ve la vida
Que bonita se ve la vida cuando se me atraviesa por la acera y deja que el viento le mueva los rizos, me voy a la otra banqueta para que no sienta que la persigo, mientras ella sonríe con los labios apenas rojos; que bonita se ve la vida mientras camina hacia el parque, mueve las caderas, camina de puntas con unos zapatitos que apenas y hacen ruido, pasa frente a los olores diferentes de muchas sensaciones. Hoy el café estuvo delicioso, el baño caliente, la ropa tibia planchada sobre la cama, sobre la colcha que la cubrió, y sale feliz, no importa ayer, sólo importa que puede llegar a la cita, está contenta por la mañana, se detiene frente a los periódicos, yo sigo en mi caminar paralelo, me voy alejando y la dejo atrás con su lindura, mis pensamientos y mi cita me reclaman.
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