martes, 21 de abril de 2015

Fernanda

Me quitaron a mi hijo, y es un golpe del que nunca me voy a poder reponer, la herida sangra todos los días, sin embargo te encontré con preguntitas, con pequeñas reflexiones y medio lenguaje, con tu cabeza redonda y tus manitas gordas, me recuerdas gente, momentos, felicidad, esta vida es más agradable con tu vocecita buscándome de pronto, no se sí te han puesto aquí para desinflamar un poco cada llaga, yo no conozco el amor, pero lo que conocí y verte tan fuerte, inocente descubriendo el mundo me hace de pronto creer que dentro de la profunda oscuridad existe una esperanza. Gracias por este momento juntos en la eternidad, gracias porque a mi desahuciado corazón le has dado pequeños momentos de alegría sin merecerlo.

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