10 años

Cuando formé la banda, tenía menos edad, tenía una esposa, un hijo, muchos sueños; hoy sin embargo no tengo nada de lo que tuve, y he entendido que de todo aquello por lo que luché no me queda nada, y hoy vuelvo al mismo lugar donde empecé, alguien que no te ama, y un pequeño hijo que ocupan para destrozarte, nada le reprocho a la música, sin embargo hace un tiempo me enamoré y es raro por que en 10 años fue la primera vez, de pronto esa persona me increpa con su pregunta "¿Que te llamó la atención de mi ?" como si yo fuese un tipo vulgar tratando de meterla a mi cama, y claro que quiero, sin embargo no se trata de que yo pueda enamorarme (lo cual no consigo) sino de ser amado, soy un alma fría, sin vida, incapaz de sentir ternura, solamente  puede salir de mi un cariño mediante una composición, nada más. He luchado por ser un vampiro y lo conseguí al final. Nada siento, nada provoco, yo solo quería quererte por los siglos de los siglos, seguiré siendo inmortal y nada más.

El dador de felicidad

Estaba sentado con uno de mis tíos, en un bar y me llamó la atención un tipo raro que llegó a venderle un billete de lotería; aquel pequeño hombrecillo tenía la piel completamente quemada, y al parecer era un personaje muy conocido, todos lo conocían y lo estimaban; mi tío le compró, cruzó palabras y seguimos comiendo. Luego cuando nos fuimos le dije "¿y como se quemó?"; mi tío me dijo; "bueno, la gente le compra por que el ha vendido 8 billetes que han sido premio mayor, tiene mucha suerte el 'quemadito' le dicen, sucede que hace muchos años, antes de su accidente, ya vendía billetes, un vez un hombre le pidió un billete de lotería pero le dijo que el lo escogiera, el muchacho en ese entonces, escogió uno y lo cortó, aquel hombre sacó el premio mayor, eso le dio mucha fama y la gente pedía que escogiera, los billetes, y algunos salían con premios, otros reembolsos y bueno algo así, en el bar que frecuentaba, los muchachos lo animaron a que escogiera un billete para si, quien sabe quizás tendría suerte, así que escogió un número, y lo llevó a casa; esa noche, prendió unas veladoras cerca del altar donde tenía sus santos y la virgen, y puso el billete, no sin antes rezar.

pasaron unos días y cuando estaba vendiendo en la plaza, un niño llegó corriendo a avisarle,  'te lo ganaste, te lo ganaste' era el grito, rápidamente se corrió la voz y todos los que lo conocían lo alcanzaron en el bar;  en efecto su número era el premio gordo, los muchachos del bar aplaudieron, y aquel vendedor de billetes de lotería no cabía en si '70 millones de pesos' gritaba, lo vitoreaban, un tipo le invitó una cerveza, ronda para todos, y a cantar ya celebrar; entre el alboroto y la música, esa noche aquel vendedor llegó a casa, y como todas las noches agradeció a los santos y prendió las veladoras, el billete ahí sería cobrado al otro día. No se si el aire, una tabla, la vida misma ó el destino, quien sabe que fue, pero los santos, en algún momento de la noche comienzan a arder, junto con las cortinas, la pared de tablas en el pequeño cuchitril donde él vivía, ardió la cobija, su cabello, el cuerpo, el trató de salir, y sacar el billete, nada se pudo rescatar el fuego arrasó con todo, y lo redujo a cenizas".

La noticia salió en los diarios, aquel hombre estuvo gravísimo, por mucho tiempo, pero conservó la vida. Tiempo después regresó al barrio, quien sabe si lo entendió de esa forma pero desde entonces el "Quemadito" nuca compró ningún billete más para si, no obstante, vendió y vendió muchísimos, es más  entregó otros 6 premios mayores, junto con muchos otros;  como yo lo veo, hay personas que vienen a este mundo a cumplir una función, hay quien por ejemplo viene a entregar muerte, para otros, nunca para si, o como en el caso del "Quemadito" felicidad, felicidad, para otros nunca, pero nunca para sí, y esa es una regla que este tipo de personas debe obedecer: jamás intentar quedarse con la felicidad que se tiene que entregar. De todo lo que he relatado en la vida, esto es con lo que más me he identificado.

Expiación, Absolución, Eternidad, Soledad

Entre mis necedades más profundas ha estado la del amor; siempre, desde muy pequeño la imagen borrosa, el anhelo nostálgico me han llevado por los días a esperar, y esperar, y son sólo recuerdos de esa espera eterna lo que he acumulado en la vida, no hay más, una espera eterna que se complica, no hay paciencia, no hay lugar, no hay momento mágico, no hay luces, noche caridad, sólo la fría combinación del viento llevándose lentamente la esencia de vida, supuse hace tiempo haber encontrado algo, pero me de cuenta de que así como lo pensé, solamente estoy aquí como un testigo, un observador silencioso, un creador, el pasador de almas; quiero seguir viviendo vidas, una y otra, épocas,  seguir añejando, seguir pudriéndome, seguir vivo, sin vivir.

Do the evolution

Quizás nos confundimos, quizás su ansiosa soledad me hizo voltear; quien sabe que fue, pero no ha terminado bien, simplemente he sido obligado, humillado, presionado, y cada punto de inflexión se vuelve una pesada cadena, simple y sencillamente para quien eres incomprensible no debiera haber lugar en tu vida. Fin del asunto

Este mundo al revés y yo que quiero escribir...

Quizás si, quizás cuando escribes te enamoras un poquito de el objeto de tus escritos; pero a veces entre tantos discursos, entre tantos momentos erróneos o argumentos infelices, es difícil que alguien crea que es auténtico lo que dices, es mucho más simple decir "claro lo sabía, tu mientes"; es mucho más fácil sentarse a lamerse las heridas y creer lo pero de los demás, yo escribo, todos los días desde que tengo memoria, pero solo le dedico textos a quien me impacta, el grado de complejidad, o dicho de otra forma, que otros no puedan ni unir dos frases para comunicar una idea, no es mi problema; mi problema es que si te escribo, algo, es porque llegaste de algún modo a sortear esas barreras, todos esos obstáculos que me pongo para no querer a nadie, para no impactarme con sutiles personajes que se inventan telarañas mentales; ustedes los seres humanos son tan complejos, tan torpes, buscan la grandeza y sucumben ante un bostezo; dejan todo lo que podría ser, no retan al destino, no se retan a sí mismos por un pretexto simple, por el que dirán, por la simple soledad que ya les acomoda. Ah preferís ser opacos y anodinos casi 70 años a dar una luz incandescente aunque sea por un segundo; morir sin reventar este segundo, sin respirar libre y volar alto aunque sea por un corto tiempo es como no vivir, como no estar, como no escribir; ofenderse por que alguien os quiere seducir con textos es lo más idiota que he oído, por que hay quien no tiene ese talento, en cambio preferís vulgares remedos de machos hilarantes, un vehículo, el aliento a licor, ¿y eso no os ofende?; en cambio os ofenden las letras, los cuentos eróticos, los textos sensuales, las ganas de seducir la mente antes que el cuerpo; este mundo está de cabeza, cuando yo escribo es por que me impacta ese ser o ese fenómeno al que le dedico tiempo y tinta; he llegado a pensar que quizás es mejor no escribir, por que aunque amo las noches de rumba y las tertulias, no hay lugar en un mundo vulgar donde se desprecia un texto por querer tocar el alma.

Tras la nada

... y es por esto que llego a la reflexión autentica, básicamente eres uno de esos pequeños ositos de peluche, tiernas con ojitos rasgados y sonrisa peculiar; aunque mas al fondo, leyendo entre lineas, descubro una  fuerza constante y cautivadora, que podría arrebatar la piel; "si más o menos", "ok gracias","bueno pues"; das respuestas con desdeño y sin embargo más allá quizás más al fondo de tu alma enérgica, las fuerzas de la tempestad convergen, por entre esos ojos, la cara ensoñada, en instante mismo, ¿no te escriben?; pregunto porque me dan ganas de hacer más ensayos, algo tienes algo hay ahí de tremenda importancia, algo asombroso y sin embargo lo escondes, te quedas callada, oculta tras la respuesta, tras la nada.

¿Es un crimen?

Pensarte así como te pienso, ¿Es un crimen?, ¿Qué hay si te digo que he imaginado como recorro tu espalda?,  me imagino dando tumbos por entre tu cordillera, y haste he inventado como ir de una cara del muslo a otra sin separar mis vista de tus ojos, he soñado como encontrar tu cuello y embriagarme  de piel, de diferentes vistas,  ángulos medidas; ¿Eso también es un crimen?, Si eso es criminal, supongo entonces que será infame que sepas todo lo demás; por que en mi mente nada te cubre, solo mis manos, nada te viste, solo mis labios, nadas en un universo de susurros, luces entre cortadas y gritos divinos que das, en mi mente vives de escalofríos, suspiros, susurros, sudor, piel eriza, y placer desmedido bajo mi cintura y un escenario cubierto por una sábana blanca.