domingo, 17 de diciembre de 2017

profundo, contenido, boca abajo

Y entonces ahí estabas, con una cadencia felina, imitando el salto de una pantera, en tu aterciopelada y tostada desnudez, de pie asido a tu cadera el reflejo de nuestras sombras se alarga sobre la pared. Movimientos repetitivos y violentos, todavía tengo en la mente tu lencería negra, mi aliento al abrir la puerta, la respiración que falta, entonces y ahora, que comenzamos a sudar un poco, todas las paredes se escurren como de pronto mi cuerpo sobre el tuyo, y giras sobre las sábanas mientras de la forma más salvaje las formas humanas, tu forma humana y la mía dan vueltas, las manos que deslizó explorando tu espalda, explorando con los labios desde el cuello, un pezón al labio inferior, la luz, el sudor, la mente inquieta que me lleva a ti, no se pueden separar cada una de las palmas, para todo lo que nos baña, solamente de afuera nos cubre cada sombra sobre el techo, no dejo de encajarme en tus ojos, de moverme de arriba a abajo, no termina un cuerpo, solamente pies y manos disparados uno en contra de otro, los sonidos, el rechinido constante mi sensación de no querer que termine, aunque se han quemado las rodillas contra el tapete, la pierna contra el brazo del sillón, las huellas marcadas, hay un mensaje que no se dice, una explosión en lenta exposición y todos los detalles de tu cara, los gestos, el rictus, cada imagen salpicando afuera dentro... Solo yacen dos fiambres uno sobre el otro, durmiendo entre sabanas mancilladas, después de que no fuera igual que ninguna vez, el nerviosismo se va...vuelvo a respirar 

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