miércoles, 11 de diciembre de 2013

Casa calli

Entiendo del tiempo, y de lo desafiante que eres, entiendo que ya no existo, pero ¿cómo explico? ¿Cómo me entiendo?, si todas las mañanas vuelves a mi, en esta historia que se repite, no he podido olvidarte, y en este redundante ciclo en el que a veces despierto y siento que te olvido, otras veces me siento a esperar, a ver la nada, a oír mi nombre pronunciado por ti, otras veces no lo puedo resistir, la verdad es que sea lo que sea que pase por tu vida, yo aún te pienso, la imagen se borra, se desvanece poco a poco y ya creo que no te recuerdo, siempre y cuando algún lugar recorrido no se apodere de mi... Pasé por aquella plaza, los mismos charcos, la gente haciendo ruido al interior de cada café, la misma habitación, las llaves, el agua fría y... Ya no estas, no estas ni cerca, camine tu calle, volví los pasos, esa auto flagelación enferma, o que simplemente a donde quiera que yo vaya, hasta el día que finalmente  muera y tenga paz, ese amor tan añejo y triste va a vivir aquí dentro, como castigo, vivo en la soledad graciosa de la nada... Cierro los ojos, un beso de adiós, un profundo suspiro, hasta nunca, aceptar el destino, dejar de existir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario