domingo, 9 de febrero de 2014

De entre lineas

Cuando se escribe un blog por varios años, habrá que centrarse en varios detalles, sobre todo si las vivencias del redactor son parte central de los textos expuestos. Estos tiempos en que los temas de mi cruda emotividad, de mi fidelidad vacía y de todos los recuerdos que me dio el amor, me fueron muy afines, escribí sin prisa de todo, quizás por ahí alguien se identificó, rectifico: obviamente hubo quién se identifico porque sintiéndose retratado me hizo alguna observación. 
Más que todo esto, hubo quien quiso entrar a los temas pero a falta de amor o de cariño o de experiencias, no estuvo ahí, desgraciadamente el alma se entrega una vez, eso creo, me dicen mis detractores, eso esperaba, pero también entregué alma a otras cosas, y tal vez el tiempo es de lo que no puedo olvidarme, o perdonarme, de entré todos los detalles, de entré esas cosas en  mi vida no me arrepiento de alguna cosa, o de cosa alguna, que es pariente de la desfachatez, y como nunca he tenido la sartén por el mango creo que las circunstancias han sido más bien benévolas conmigo.


He descubierto que aún lo que no escribí, sucedió, y que todo lo que dije, ya no existe, se fue de pronto, y hace unos días me volví a fijar en lo bien que se siente ser feliz...algo feliz...aunque digo que en mi todo es pleno, hay un color, un filtro, una textura que no existe en mi mundo, que se fundió, se murió hace años, es decir que algunas veces es fácil, algunas sucede, y otras nunca más vuelve a ti.
Soy padre de un hijo robado, dueño de un corazón destrozado, jinete de mil olas, amante de la ausencia, carta abierta a lo que nuca pasó, inventor de un mundo ajeno, terrible desgarrado, "que se fue  y no volvió" es la frase que define esta última década.
De todos estos años escribiendo, casi 20, la vida me ha regalado poder ver la realidad ente líneas, hablar de ella, pero con la única condición cruel e inquebrantable de no poder vivir como los demás, ellos aman, lloran, sufren, a mi para poder ser eterno me fue quitada toda gracia, todo sentimiento, toda sensación, y sólo las reconozco, las expreso, vivo con ellas, pero no serán mías, más que en mis poemas o en mis canciones. Gracias vida por estos años, de nada muerte.

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