Ya del otro lado, por el camino al purgatorio, otra alma iba avanzando lentamente, sin ninguna prisa "buen día, o tarde, no se que se dice en estos casos" dijo el alma de una mujer ; las almas no tienen edad, sólo que con la amargura o el dolor se hacen marcas internas que reflejan la edad que tuvieron en vida, de manera que nuestro personaje tenía un alma muy anciana, amargura, enojo, dolor, esas fueron sus emociones y vaya que su alma era anciana. "De día o de noche ¿Quién lo sabe?, dijo el anciano y camino de lado, la ominoso dad del momento le impedía ver a la cara a aquella otra alma que de momento le acompañaba, " murió usted muy joven " dijo el anciano a modo de romper el hielo mientras seguían su camino, " no crea, supongo que deje la vida a una edad similar a la suya, sólo que no se por que me veo más joven" contestó la mujer viendo al frente, el viejo se sorprendió y preguntó sí eso era posible, a lo que el mismo se contestó que era lógico pensar que algunas almas sufren o se degradan más que otras. " ¿de dónde es usted?" El viejo estaba suponiendo que las almas se comunicasen de alguna forma universal al morir, pero la respuesta fue simple, una ciudad un país, " ah, coincidencia, yo viví ahí de joven, pero luego me fui muy lejos, no volví nunca " dijo el viejo, " ¿porqué así?" Dijo la mujer en un tono familiar que desconcertó al viejo, que empezaba a olvidar todo lo que era su vida, antes estaba muy presente, pero en ese momento después de la muerte, las memorias e la vida se van desvaneciendo para hacer nuevas. " me fui, por que toda esa ciudad me recordaba a alguien", comentó el viejo lamentando algo, la mujer sin indagar mucho, oyó de voz del viejo que había conocido el amor, sin embargo el viejo contó la historia común, amor juvenil, días hermosos y el desenlace, la vida que no los deja estar juntos, cada quien hizo su camino, y el tiempo se encargó de empolvar otros amores, pero ese único amor, era ella quien después de dar sentido a su vida, se fue para no volver jamás " y ser siempre desdichado, por eso ya esperaba este día" dijo el viejo altanero, el avance se había hecho más lento, y entonces en tono familiar la mujer le preguntó " yo me se una historia similar, sólo que en mi caso, perdoné y olvidé".... de pronto el viejo vio claramente el rostro de la mujer que lo acompañaba, y esa sensación de familiar confianza, se convirtió en la certeza de que era ella, era ella quien por tantos años se fuese su vida... "Eras tu todo el tiempo" dijo el " tan lejos de la vida y nos encontramos" contestó ella, " y ¿qué recuerdas de nosotros?" Preguntó ella intrigada, "un beso primero, tu vestido gris, las baldosas de la calle lavadas por el agua, tu boca entreabierta, tus ojos cerrados..."
Las almas volvieron al creador, hablado mucho, tanto tiempo lejos y verse... después quizás se fueron cada quien a otra vida, lo cierto es que un detalle, el olor de su aliento después del café por la mañana, el aroma de su piel, las pequeñas pecas en las mejillas, la madrugada fría, sus pies doblados por la acción al caminar por el suelo de mármol, las palabras únicas, su modo de mirar sonriendo, la belleza de la calma, y el terror de su enojo, vaya el amor de la vida que aquella alma vieja y cansada conoció y que por más que buscó, nunca pudo reencontrar... Esa pregunta podría encontrar respuesta ahí ¿vale la peña haber amado y perdido?, ¿sería mejor nunca haber conocido aquello?... Aquí no cabe la reflexión solo la pregunta.
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