lunes, 25 de abril de 2016

Para que te leas, hoy.

 Me han hechizado los significados de esos juegos cortos, no puedo platicar lo que sucederá, solo espero sugerirtelo, de poderme visitar, ambos descalzos, las sábanas se enfrian, me detengo a acariciar tu cabello, no está de más el momento real qué juegas a tenerme alerta, tenso y expectante me susurras algo al oído, yo me meto bajo tu pretoria, de modo que  se desprenden los botones y devuelves jadeos interesante ser, mimosa tiernamente sensual, necesito el largo de una tarde para recortar cada pilo en tu cuerpo, de boca a boca, de mano a cuerpo, de boca a cuerpo, de boca a sexo... Qué interesante de tu beso los vuelos, labios suaves, carnosos, la cintura pequeña, fijas las manos sobre la piel conteniendo los perímetros del abdomen. Lo que podemos decir pero que todavía no hacemos; regálame esa cita desnuda, que yo sabré apreciar cada espacio entre tu frente y la nuca, reescribir el relato para que lo vivas una y cien veces, que quede sellado y satisfagas las ansias que acabes dando vueltas por todo mi cuerpo. Sirena deseable puedes comenzar con un escalofrío, yo me encargo del incendio. Corre aquí, a integrarte volando sobre las sábanas, has querido encontrar el universo, yo no tengo miedo a la luna subiendo por la espalda sin embargo la mitad de la edad, el tiempo, tu nombre mi espacio, somos uno en cada habitación que inaugura tu cuerpo, mi sonrrisa rasposa, cayendo de ti ese vestido, dejame entrar, ese olor intenso que en cada momento, puede que a solas te voy componiendo las primeras  canciones, pideme ser inmortal, de otra forma, dejame encontrar tu cuerpo, volar sobre tu boca, anidarme en tu esquina. Lo que para ti es banal, para mi es perverso, hasta volvernos locos, experimenta mi deseo.

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