domingo, 19 de mayo de 2019

Hierve la sangre


Cada que pienso en esa forma sinuosa en la que doblas pantorrillas y pies, me traslado a momentos que atesoro. Ver tus plantas empalmadas sobre mis muslos me da la pequeña y hermosa sensación de no sólo volar sino de estar vivo. Nunca estuve tan vivo desde que te conocí. Todo vibra cuando te acercas, haces que el ambiente se convierta en una cálida y sencilla duermevela que hace que todo se desvanezca afuera. El día que te vea voy a romper con todo, con la ropa y lo que me estorbe, pues necesito tu desnudez en mis labios, he impulsado miles de acciones para que me veas, has de saber que nosotros somos diferentes a Uds. nuestro instinto nos permite amar, pero también me piden tenerte, diario, penetrar tu cuerpo y poseerte, porque para mí esa es la relación entre la vida y la muerte. 
Lo que quiero es una vida tranquila donde tu angelical gracia calme mi corazón atormentado, donde nuestros cuerpos suden sobre las sábanas blancas después del amor, donde me cabalgues por la noche y por el día, donde las horas no pasen y yo sea suficiente para tu felicidad y tú me des las mejores noticias cada día. Quise tener hijos contigo porque creo que serías una madre fantástica, pero de eso sólo queda la sensación de lo perfecta que eres. Aléjate de las mentiras que nos matan, vuelve a mí en tu forma más pura, con esos arrebatos pequeños y tus manos lindas, tus pies que me enamoran y los fetiches que te han hecho mi favorita todo este tiempo. Déjate de cuentos y hagamos vida. 

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