Hubo un tiempo, no muy lejos de hoy en el que tuve un corazón joven, que creía en la vida, que podía volar, ese corazón era fuerte y desgarbado, un corazón fresco que miraba al cielo, y con ese corazón te amé, te amé tanto, creí en la vida después de esta vida, ese corazón tenía la fortaleza, la juventud y la inocencia para confiar en ti sin ninguna restricción, creí en todo lo mágico, en las historias con las que duermen también creí, tuve un corazón que se encendía de felicidad con solo saber que estabas cerca, que podía ser cursi sin sentirse mal, que podía pensar en nubes de algodón de azúcar y globos rosas y amarillos y rojos y verdes, multicolores, tuve un corazón que te vio con ternura que llego a pensar en que prácticamente eras suave como un osito de peluche... Tuve un corazón que no temía las ridiculeces, que se enamoró perdidamente, en condiciones iguales, sin temor a nada, sin temor a que me vieran, todo el mundo, todas las personas, todos los amigos, los enemigos... Hoy me preguntaron en que pienso, no se, pero se que en un tiempo antes de hoy tuve un corazón joven, capaz de amarte.
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