El tío Antonio era un viejecito bastante cómico, había tenido algo en la espalda, y caminaba encorvado, casi un pequeña horquetita humana, pequeñito casi Calvo pero con canas, con tenis de confort y un chaleco tejido fuimos a visitar a otro viejecito, Mike, aquel señor era un gringo alto canoso y ajado por el tiempo, con una disfunción auditiva, y con esas inflexiones del español que hacen que los gringos masquen y escupan el idioma y realmente no hablen. Abrió la puerta él, Mike, quien era el que estaba cumpliendo noventa años, el tío Antonio ya hacia un par de años que había llegado a ese piso. El saludo fue cordial entre todos, los hijos y un par de nietos estaban ahí, mientras nosotros llegábamos con el tío Antonio, pícaro y bromista, empezaron por conocerse un poco, sin embargo los errores de audición y el poco inglés y el poco español, y los errores de audición fueron llenando de intervenciones la plática a fin de que los "muchachos" se entendieran, así pues el tío Antonio anuncio a la concurrencia, que en honor al festejado iba a declamar su " poema a los 90 años", se levanta frente a todos y comienza con ademanes y un grito vigoroso, cuasi ahogado:
-" hoy cumplo 90 años..."
Mike, sorprendido interrumpe y contesta con un efusivo abrazo en spanglish:
-" muchos felicidades, yo también tengo ninety "
-" no, no, no" dice el tío Antonio," le voy a declamar lo que es mi poema a los noventa años,¡escuche!".
Mike esperaba el poema y el tío Antonio con voz y ademanes:
- " hoy cumplo 90 años..." , rápidamente Mike vuelve a abrazarlo " felicidades", "¡No!" Le advierten las tías, es un poema, "comience" le dice uno de los hijos al tío Antonio que nuevamente grita: " hoy cumplo 90 años...", Mike se sorprende pero sin acercarse le dice "me too"... Y así toda la tarde.
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