domingo, 10 de agosto de 2014

Pensamientos encontrados

Anoche estuve en la despedida de una persona muy querida, una tía que formó parte de la vida de varias de nuestras generaciones. En esos momentos, las imágenes de las personas presentes me fueron dando pautas de lo que es enfrentar a la muerte, esa muerte de ausencia, cuando se cumple el ciclo en este mundo, y aunque la he enfrentado de diferentes formas, estos meses, estos años, es precisamente  esa muerte, la que ha ido acercándose poco a poco.
Mientras la gente coreaba "Más allá del sol..." una pesadez irritante me invadió los ojos, vi a mis tíos y primos abatirse por la tristeza, sin embargo la esperanza de otra vida no los dejaba desmayar, ¿están esperando resucitar?,¿ la promesa de la vida eterna?, si, lo creen todos, porque fue lo que nos enseñaron, y cada uno fue recordando cosas que esa persona tan querida, fue poniendo en sus vidas, para mi fue el término de la infancia, los años que vivimos cerca a esa tía fueron especiales, puedo decir que se cubrieron de amor, de fraternidad, de cosas pequeñas, tal vez insignificantes, con pobreza, con anhelos, pero importantes. De forma periódica iba a ver a esa tía, porque en su presencia yo podía regresar a esos tiempos, ella me recordaba también a mis hermanos, a mis tíos en su juventud, a los primos con los que compartí aventuras en el patio, a mis mamá, a mi papá juntos, y habiendo cumplido su ciclo, entiendo que todas las personas mueren, sin embargo lo que dejan atrás, los momentos graciosos, las comidas imprevistas, las visitas sorpresa, los apagones de luz buscando las velas, las Navidades pequeñas, los cumpleaños íntimos, sin muchos regalos, las piñatas, las comandas al mercado, granadas y mangos del patio, jugar con plástilina, tomar agua de la llave, el regaño culposo, lo olvidadizo de un niño, quesadillas fritas, y miles y miles de oraciones y deseos buenos. Y un dolor intenso entre el pecho y la garganta, una piedra pómex diría alguno. 
Recuerdos  eso significan las personas, y por eso, ayer que llegué a la misma privada donde vive mi abuela, esperaba saludar a la tía como de costumbre, y fue ese maldito golpe de realidad, el levantar la mano y darse cuenta de que ya no estará más, de que no regresará el saludo nunca más... se sufre un poco, me tomé un momentito para llorar aquí sólo,  por todos los momentos en los que sin querer todos ellos se hicieron importantes... El título de esto es "pensamientos encontrados", no hablo de contrariedad, sino de lo que me fui encontrando al revisar que, aunque no lo parezca al final de nuestra vida recogemos lo que vamos dejando en los demás, a mi todos los vacíos y los llenos, los espacios, los silencios, los sueños, se me fueron tallando en el alma, se que en donde está ella, la tía está bien, sin embargo la muerte de ausencia, de cumplir el ciclo se va acercando poco a poco a todos mis seres queridos.

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