Me empezaba a saborear un sándwich de helado que justo compré en una miscelánea cuando el sonido agónico de una motoneta se aproximaba; sobre lo que queda del vehículo, uno de los personajes más icónicos e insalubres de los bares de Oaxaca, el cual, me saludaba con la clásica e irreverente tonada de cinco tonos y la repetición afónica de su biciclo semi motorizado era Leon Lory Langle hoy traía casco pero no tacones...
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