Para un poeta, probablemente lo peor es perder la inspiración, anoche dije que quería escribir algo de una sonrisa, pero el momento emotivo para hacerlo estuvo lejos mucho tiempo, y hoy me llené de congoja. Soy tan común como todos los habitantes de esta ciudad, pero sin embargo suelo hacer ensayos de un cuerpo, del cuerpo que me puede inspirar, peor aún, le he puesto tantos detalles, y me preguntas que porque ensayo sobre tu cuerpo, y puedo contestar que he esquematizado todo lo que eres, cabello, lóbulos, piel, tejido vivo, esperanza, malestar, y tu sonrisa, todo lo bosquejo y me cuento a mi mismo sueños que no existen sobre las revelaciones que te hice. No niego nada, es solo que en esta oportunidad que no me da la vida, ya no puedo hacer nada; es amor , no se lo supongo, bueno en realidad se que es eso, aunque no quiera repetirlo por que nunca has sentido nada por mi, y entre cada carcajada y los momentos sobre mi cama hace tiempo...No sucede, puedo preguntar algo, pero no sucede, y creo que ahora que está amaneciendo y lo que siento es mas real, más físico, estoy finalmente emocionado, estoy listo creo para hacer un ensayo de tu sonrisa, de la forma en que me ha dejado saber lo que sientes, es ese rictus, y tu cara la que me han hecho encontrar tantas veces tu cabello enredado entre el índice y el medio, y tu sonrisa, he mirado amaneceres, he visto la delicada forma en la que una mujer te hace pasar de la frontera de la cordura, cuando al amanecer la luz la vuelve azul en mis sábanas, y nada como tu sonrisa, he visto el mar, el cielo nubarrones y la lluvia que hace que escurras el cuerpo un siglo ... millones de brillos sobre el horizonte... y nada como tu sonrisa.
Puedo entonces estar triste toda la vida, puedo morirme de miedo, puedo entrar al infierno y caminar en la obscuridad junto a Virgilio, observar la miseria humana, dejar el alma en un trato que me haga volver... pero si veo tu sonrisa, puedo sonreír también, eso es porque de verdad aún que pasen muchos años, aunque todo el mundo de vueltas, yo te quiero... No, creo que no entiendes, yo te quiero... Para nosotros los olvidados lo único que queda es amar y odiar hasta la muerte, y aún ahí creo que te voy amar hasta el final de mis días y hasta el final de mis anhelos.
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