miércoles, 5 de octubre de 2011

Noche de Mezcal

Recibí un mensaje, al rededor de las 9 pm. Salí de casa corriendo, bajando por escaleras y esperando que ahí estuviera, y no llegar tarde claro. Normalmente la esencia de las personas se queda contigo, y sucede que esa noche algo de esa esencia se quedó conmigo y ahora escribo lo que aprendí después de beber de más.
Creo que entendí algo más de ella, y del sufrimiento humano, que a mi me es tan cercano...Empatía, le llaman. Aprendí esta vez que aunque yo he sufrido a manos de un ser que, no sabe, no quiere o no puede compartir la vida, y que al final alega lo contrario, hoy me doy cuenta de que todas mis epifanías fueron en vano, y que por más que lo advirtiera, esa persona iba a romper mi corazón, y es lo mismo en lo que pensé cuando hablaba con mi amiga en la barra de ese bar; no es que estés maldita, solo que aun no has podido ver a profundidad que los seres humanos sufrimos por que en general, escogemos a alguien que es disfuncional emocionalmente, ¿Por qué?, porque esa es nuestra naturaleza.
Me quedé con pocas ganas de escribir, porque la realidad es tan descepcionante... Luego de vacilar, pensé en que si no valen la pena las personas que lo vale entonces, y luego me llegó otra epifanía, pensé en que puedo oírte, puedo estar contento, y puedo ver en este mundo muchas cosas y relatarlas, escribir, y aunque nadie pueda quererme, no pasará nada, puedo ser feliz, puedo dedicarme a solo escuchar, a dejar de ser el protagonista en esas historias de amor, en las que al final sales herido, como ella, o como yo hace tiempo, ahora quiero ser feliz, puedo rescatarte, por que al final, yo he visto el otro lado y puedo soportar más dolor que nadie, porque yo así lo decido, por al final son lindas las noches de mezcal...

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