Anoche me encontré con una persona que hacía muchos años que no veía; y es raro que en esos encuentros piense lo que pienso ahora, en fin, la vida está llena de caminos ocultos, desencuentros y encuentros que van dejándonos lecciones poderosas, yo recordaba cosas que ella no y ella a su vez recordó momentos que a mi se me olvidaron por completo.
Al avanzar la noche, tuve la sensación rara de tener en una vitrina mi pasado, sin dolor, sin ningún sentimiento mas que reconocerme en la vida de esa persona a la que amé tanto en esos entonces, hace 10 años de todo eso, hace 10 años de correr entre la gente y buscar su cara, 10 años de hablar y de parecer una persona totalmente distinta, tuve la sensación de haber participado en un momento importante, pude ver hacia atrás, como si el tiempo se hubiese detenido, y me recordó las revanchas que entre los dos nos tuvimos, mismas que esa noche nos permitieron estar a la misma mesa.
Y de entre mis miles de recuerdos, vi a unos niños apenas, jugando a ser grandes, ignorando la vida e ignorando lo que sería nuestro futuro, ¡de haber sabido!, pero no queda ahí esta reflexión, sino que va mas allá, todos esos sentimientos que se hicieron parte de mi pasado, me hicieron sonreír de entre tanta tristeza que estas navidades me trajeron. Sonreí mucho por aquella persona que se fue, por lo que quise y que tuvo que vencernos y desvanecerse en el horizonte, y recuerdo que ese mismo día en que entre las piedras de la catedral y la lluvia intermitente le sellé la boca con un beso profundo y de olvido, todo ese tiempo que se fue a liberar nos hizo dar pasos lejos uno de otro, buscar alguien que me pusiera atención, y ella a buscar el alma en otro gemelo. Mi melancolía es crónica, pero puedo pensar que esta bien estuvo bien, viví la vida que me dejé vivir, y todo lo que vale la pena vuelve, sin pedirlo, sin esperarlo, y así también lo que no tiene corazón, se va a perder entre el tiempo, muchas veces pensé en que mis perdidas no son buenas y me dejaron dolor, pero entre esta noche y mis pensamientos profundos de por la mañana, creo que lo qué ahora perdí y que me reusé a dejarlo libre, es un cascarón roto, una vida que no me perteneció nunca, falsedad de falsedades y vanidad de vanidades. Aunque no quisiera que el tiempo se llevara a mi musa, ella misma fue a pararse al acantilado, por si misma y amaneció desmembrada en las rocas, y he aquí una amiga, una alma que fue mía y que yo creí amar hasta el fin de mis días que me demostró que, como en aquella vieja leyenda, las personas se encuentran, después del tiempo, después de la vida, antes de la muerte, al final de largos viajes, después de un adiós que deja tu corazón hecho pedazos, las personas se encuentran un día...siempre que vean fijamente a la misma estrella.
Miramos a las estrellas, o por lo menos yo las miro, porque quiero saber si de entre las vidas pasadas, existe alguien que habiendo mirado la misma estrella, encuentre el camino a casa conmigo.