Después de que una de mis más
queridas y mejores críticas me dijera tajantemente
que: “sufro de adultéz y amargura”; me
puse a verme a mí mismo en retrospectiva, y es cierto a veces muestro sin
querer el dolor que alguien o “algunas” personas me causaron; y habiendo reflexionado,
me inventé una alternativa, sin tantos peluches ni corazones rojos, para que
esas personas como la que a mí me destrozo el corazón se vayan al diablo y
nosotros los de sinceras sensaciones, podamos disfrutar un poco, lo que ya
alguien se rió y jugó a nuestras costillas…
Sería perfecto en lugar de
regalar bobadas y fingir lo que no conocemos, regalar sexo, hacer apuestas,
empalagárnos unos a otros regalando whiskey. Imaginen un mundo sin mujeres que
se hagan falsas esperanzas, o chicos que tengan que correr con globos u osos de
su tamaño y que a los dos o tres días vean a la tipa besuqueándose después de
un clásico “es que soy muy difícil” o “te respeto, así que tú decides”; un día
en el que toda esa basura que la gente cree que es amor se olvide y realmente
se regale amor, sexo, compañía, whiskey… Tal vez suena un poco estúpido, pero ¿no
acaso los corazones rotos se pegan con sexo?. El lector deberá pensar bien, ¿Cuándo
se ha sentido mejor? , ¿Cuándo tuvo sexo y no salió lastimado? Ó ¿Cuándo no
tuvo sexo y le rompieron el corazón? … y es una reflexión profunda, porque por
años buscamos “al amor de la vida”, y nos comportamos mezquinos, es decir
pretendiendo esa falsa paz, y en nombre del amor, hemos engañado, lastimado,
burlado, nos hemos reído, hemos hecho idioteces, hemos quebrado las reglas y
perdido el juicio, entonces ¿Por qué no ser solo honestos?. Me queda esta
reflexión después de conocer la naturaleza humana a fondo, después de que entre
historias me encontré con una clásica como todas, una pareja, un tercero en
discordia, una promesa… Y bueno siempre hay alguien que ama más, por otra parte
siempre hay alguien cómodo que actúa por conveniencia,
¿Por qué no cambiar la situación?
Solo desenmascararse y que la voracidad no sea velada, sino más bien que sus
deseos, los de usted amable lector o los míos se externen, como un regalarme este
día, y hacerlo sin compromiso, sin celos, sin falsas promesas, sin lastimar… un
Woodstock del amor, entonces ¿te nos unes?
Perfecto...
ResponderEliminar