lunes, 25 de febrero de 2013

La marea.

Pensé bastante en este momento, en como sería. Como hijo, yo te tuve que sonreír para justificar muchas cosas ,pero así como hoy, nunca me había sentido, de la vida siempre he querido sacar la mejor parte y de la manera más cruel entendí que no soy más que el mas necio de todos los que aprendieron a robarse el fuego para si mismos; las chances en mi vida fueron tantas y sin embargo aprendí de mi padre a buscar siempre la siguiente. Eso mismo hice, seguí el ejemplo y alejé, puse fuera y destruí al amor que con ojitos mojados se fue para no volver nunca... No tengo mucho que agradecerle a mi padre pero sin embargo le agradezco, incluso no le debo casi nada, aún así a todos los digo que es mi mentor, que es mi súper héroe, el hombre más noble y al que más respeto, porque sobre su memoria, (si es que su final se escribe hoy), solo diré cosas buenas, recordaré lo digno, lo bueno y lo recuperable, lo que no es fácil... sin embargo hoy declaro destruido todo el abandono, toda la ausencia la tengo que cortar, suficiente daño hice ya, así que es el momento de dejar ir las cadenas que he cargado tanto tiempo; y si en la vida el amor, el que toca y transforma, el que alimenta y mejora, el que no ve apariencias, el que solo encuentra, el de los retornos, el de hablar sin hablar, el que sabe lo que pienso... si vuelve el amor, si se da el milagro de que pueda latir el corazón, ó que por lo menos pueda volver el alma que tuve, debo estar listo... así que doy gracias a mi mentor, a mi amigo, a mi súper héroe, descansa porque yo soy tu fan n1 y estoy orgulloso de ti papá. 
La marea va,  la marea viene y como el mar de manera interminable, en la vida una y otra vez lo bueno o lo malo volverán a ti tarde o temprano

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