Quiero decirte que sigo siendo ese mismo forajido, que refugiado en ti, podía esconder la cara entre tus manos, soy el mismo rostro inherte que sonríe solo contigo, y me haces falta, me hace falta llorar tanto y que me abraces, que se me olvide el mundo, porque mientras me escondo tras mi rabia, y me defiendo de todos, esta bestia no puede ser débil más que contigo, necesito eso que no viene en botes o frascos, que no tiene precio, que no se exhibe en estantes. Soy juzgado cruelmente, no me importa, soy perseguido, y no me afecta, soy incómodo a todos, pero me da lo mismo, sólo tú conoces mi dolor, mi debilidad, y quería decirte que dentro de esta lucha, la única cosa que me hace soñar con ser libre eres tu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario