domingo, 4 de enero de 2015

Lo que cree la gente

Aquellos hombres con guantes blancos entraron en la habitación, toda la gente con caras largas cantaba un coro que con la situación se volvía melancólico y desgarrador, hubieron vivas, la abuela semi sentada daba saltos y se retorcía, es impresionante el dolor humano y como puede des configurar a las personas en segundos,  al tiempo que se llevaban la caja al crematorio un llanto desahogado y colectivo comenzaba a oírse, se iba a aquel hombre del cual tuve referencias de niño, del cariño de la gente y que en pocos meses se había hecho mi amigo entrañable, mi consejero, un tío cariñoso. Yo he vivido entre ausencias, y mi dolor se hace pequeño y viaja conmigo todos los días, no se pero creo que el final de mis días la gente deberá tener algo bueno que decir, mientras yo tengo algo bueno que dejar en este mundo, al menos eso aprendí de el; luego vi a mi hermano derramar lágrimas, y a mi primo también derrumbarse, es el dolor el único sentimiento que compartimos realmente, porque la felicidad o el amor tienen muchas caras, misterios y recovecos, pero el dolor se puede entender con la mirada, una parte de mi vida se fue con el año, y creo que después de una década atropellada, mis sueños toman más forma, mis objetivos se convierten en retos más grandes, para que la muerte, donde quiera que me sorprenda me deje ir en paz, para que en algún lugar mientras ya me lleven al lugar sin retorno, exista alguien que me recuerde con cariño, por haberlo oído, por tomar tiempo para escucharle, por preocuparme por el ó por sus hijos, o que tenga recuerdos lindos de la infancia y  de los regalitos de Navidad, de risas en alguna comida o de simplemente ser importante aunque fugaz en la vida de las personas.
Derramé lágrimas de auténtico dolor, y creo que la vida se define entre lo que se ve y lo que no se puede explicar pero se siente, entonces es ese momento en el que la separación hace difícil los momentos, sin embargo he aprendido a que es este momento el que no hace mella, este en el que existimos, en el que puedo traer a la memoria lindas fotografías o hacer algo que quizás no tenga sentido, pero al cabo transforme la vida de los demás; y no tengo mucho que decir este mes.

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