jueves, 22 de enero de 2015

Mina

Y solo así, de entre la luz,  sus ojazos, me despertaron inmodestamente, la mejor de la vistas de la tarde, sólo hasta que ¡wow!, las sábanas tendidas y los tacones, me perturba, pero remiro la distancia entre la piel, lo perfecto del cruce, lo deseable, lo que quería ver, se me ocurren 20 cosas para hablarle al oído, simplemente aún no creo que sea el momento, le conocí hace poco, de manera que mi abdomen se contiene para morderle un lóbulo y enterrarme completo... entre brazo y pecho. Decido mirar más, poco a poco, parte por parte, el brasiere rojo me escandaliza y comienzo mi sulfúrico  desparramare en el asiento, estoy ardiendo en fiebre, pero  me detiene, se me detiene todo, me siento eufórico, siento que debo disfrazarla con mi cuerpo, correr entre su abdomen ser violento, sexy, perverso... ¡uy! Mina, tienes el modelo exacto, la llave de mi cuerpo, vienes o voy de plano, pero aun espero para decirle y explico que con gran paciencia, con magnánima  mansedumbre, desataré a la fiera, y que todo venga por añadidura.

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