Se queda quietecita en medio del salón los ojos cerrados y el cuerpo erguido, me dice adiós con la mirada coqueta de siempre, de niña, vuelve a cerrar los ojos, entonces un viento frío le toca, revolotean los cabellos, y de lejos veo el suéter amarillo, el vestidito rosa de pana, mientras ella sigue concentrada, ¡va a volar!, ¡De verdad va a volar !, echa la cabeza atrás y entonces la magia sucede, ¡está volando!, surca el cielo, grande azul, cruza entre montañas y mira desde arriba los valles, mientras da piruetas esquiva una pared de roca, se acomoda la mochila que lleva libros de cuentos, da una vuelta de campaña y regresa volando, al tiempo que cae, se acomoda el cabello.
Fernanda vuela, siente que vuela, cuando cierra los ojos, cuando se para de puntas, cuando hace viento, cuando no la vemos...
Fernanda vuela, siente que vuela, cuando cierra los ojos, cuando se para de puntas, cuando hace viento, cuando no la vemos...
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