sábado, 21 de junio de 2014

Todo lo ve ( CAP 2)

II
Solitario

Antes de que todo lo relatado antes sucediera hay tiempos y distancias que el espejo recorrió con afán de ir hacia algún lugar, nada se sabe sobre el origen exacto del espejo, sin embargo una de las primeras veces que se menciona es en un tratado de inventario de las bodegas reales de Montuhotep  en tal escrito, se  hace mención del espejo en un catálogo esto data del siglo II a.c. en el habla de un espejo que fue traído de Babilonia y describe su rica ornamentación, por lo cual se cree que este disco perteneció a Nabuconodosor, de manera que su origen histórico se pierde, sin embargo en Mansur, una pequeña ciudad al norte de Bagdad existe la tradición oral del espejo, se cuentan terribles calamidades sucedidas y se revela parte del origen, se dice que cuando el mundo era muy joven, las fuerzas del mal y del bien aún no se dividían,  fue entonces que un ángel hermoso al caminar por uno de los amplios jardines del mundo recién creado encontró su imagen en las aguas cristalinas del Eufrates, fue entonces que decidió bajar todos los días a mirarse en ese río, sin embargo un día el río estaba casi seco, y no pudo cumplir su rutina, de manera que buscó algo que tuviera las mismas características para poderse ver reflejado, otro de sus semejantes, (en la antigua Bagdad no se les llamaba ángeles solo eran seres de luz) le forjo un espejo en la plata más fina. Después cuando aquellos seres se rebelaron Dios separo las dimensiones donde viven los humanos y los seres espirituales, y selló ese universo con el espejo, encerrando a su creador en el acero y la plata de ese espejo, luego lo lanzó al agua del Eufrates, siglos después un Mercader  lo encontró en el bosque y lo llevo a su casa; el mirarse en ese espejo le produjo una hipnosis, todos los días ese Mercader volvía para verse en el espejo y sentirse en otro lugar, ver imágenes estar lejos, ser feliz. Una noche el Mercader cayó en un estado de ensueño, una duerme vela que le hizo perder la conciencia... al día siguiente se levantó en la plaza, sólo  para encontrar una tragedia, bajo las cenizas de las casas, uno a uno fue encontrando que todos los habitantes de aldea habían sido desollados, todos ni aún uno faltaba, todos colgados en las paredes que aún quedaban en pie, tirados en el camino, en sus camas, en sus casas, en los talleres, las cuadras, en los alambiques, consternado sólo  sintió rabia por la infamia, más se quedó sin aliento cuando al encontrar en su casa que todos habían tenido el mismo  fatídico   final, el espejo le mostró que el autor de esa terrible masacre había sido el mismo. El Mercader se arrancó los ojos y se quitó la vida frente al espejo, quien devoró su alma. Muchas son las variantes que se cuentan de este mito, sin embargo todos saben que no debes mirar a los espejos por la noche.

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