Soy un observador nato, inquieto pongo mi mirada fija en los elementos que se despliegan en mi camino, la luz juega un papel importante en mis descripciones textuales de la realidad, porque antes de formular imágenes sensuales, los climas, la iluminación o los ambientes se tendrá que disponer para que la imagen resalte y comunique.
Y observaba, luz pálida, sobre la piel semi rosa, semi ámbar, las imágenes se confinaban a un espacio detenido, un viaje fugaz, la verdad es que de por sí me gustabas y ahora miro una firmeza, una esencia concentrada, la magnitud de la escena amplia, el futuro no logrado, pero añorado, la virtud que se cierne con el tiempo, la mejora en las ideas, en las palabras, en los argumentos, tu hermosura intacta que con el tiempo, se añeja y se pule, sin artilugios vaporosos, sin crema, sin tapujos, se esculpe una figura, una personalidad completa, el complemento del alma, de mejor escala, de madurez deliciosa, de mejor sabor, de interés colorido, de riqueza de complemento.
Así es como se observa, como lo voy descubriendo, como se rebela ante mis ojos, en los momentos en los que te observo
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