Como dije, lo más difícil de ser yo es esa lectura previa que hago de la vida, de las personas, y es eso lo que me mantiene vivo aún, sólo me pregunto ¿dónde estás?, sigo delirando, ¿dónde estás?, y aunque supe que era definitivo, que no sería en esta sino en la próxima vida; tal vez guarde la esperanza de que era para siempre, ¿dónde estás? No me importa que día de la semana, y a veces no me importas, ni siquiera te pienso, otros días espero a los viernes, ya no como antes, ese rincón de la semana, espero el cielo desde tu ventana, ¿dónde estás?, hoy ¿dónde estás?, no creí que fuera para siempre, no es suficiente estar bajo el mismo cielo, en el mismo mundo, ¿dónde estás?.
Envejecimos tanto, y mientras me guardé esto, perdí toda sensación, desarrollé un sentido extra, una forma de huir del dolor, envejecimos tanto, que no reconocería mi reflejo en tus ojos, sólo quisiera saber ¿dónde estás?
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