martes, 30 de junio de 2015

Así empiezan algunas cosas

Subí las escaleras, saltando peldaños de a dos, recuerdo los calcetines blancos dentro de los zapatos para skateboard pisar el suelo de mármolina, el pantalón caqui holgado detenido apenas por mi raquítica cintura; fui a probar una guitarra que ella se había comprado. 
Estuve un rato haciendo power chords e intentando algunas canciones mientras ella balbuceaba las letras, luego llegó su hermana con el novio, en la ventana la postal del parque grande que hay cruzando la calle. Bajamos a fumar un cigarro por que la presencia del cuñado la repugnaba, juntos en una baqueta compartíamos el mismo tiro; luego una risa de complicidad cuando el tipo salió sin camisa a cerrar la ventana, "¡ya están en lo suyo!" Dijo ella quedito, y se volteó a verme, recuerdo los dientes de en frente que apenas y se asomaban bajo el labio superior, las comisuras haciendo un giro suave una en contra de la otra  para simular una sonrisa, la nariz roma y levantada, sus ojos cafés encendidos con la pregunta "¿cuanto dinero traes?", seguida de "¿vamos a un motel?", y en ese momento el cerebro de "barbotas Kid" se detuvo para preguntarse "  ¡¿y a que vamos a un motel?!", pero fue más la luz lavanda de la media tarde que nos bañaba, a nosotros, la calle, el parque, el edificio la ciudad entera que se detuvo para que esos ojos me hicieran ir de cómplice.
Resulto embarazoso pedir la habitación pero ya estábamos ahí dentro, se vuelve la imagen de ese primer amor, que no fue realmente amor pero sin embargo, no había una historia ya contada, ninguno tenía un pasado tormentoso, ni rompimientos previos que fuesen significativos, ni siquiera el concepto de un corazón roto de verdad; sólo su cuerpo semi desnudo, con los calcetines blancos con rayas  rosas y verdes, y lo difícil que fue desprender su intimidad de ese color lila tenue de la ropa interior; ningún cuerpo de modelo televisada tendría tal belleza en ese momento, sólo la tarde volviendose noche, el beso tierno en los labios de la despedida, su casa, otras tardes, el adiós para siempre.
Esas imágenes se quedaron lejos, detenidas en el álbum de mi historia, una historia que me llevare al otro mundo algún día, muchos años ya, hasta que hace unas tardes detenido en el semáforo el el coche de al lado, la misma risa desfachatada, y en el interior del auto, alguien discutía con el manos libres encendido, al volante mismos gestos, palabras e inflexiones similares, mismo semblante relajado, y mismos ademanes expresivos, una mujer como la que conocí, sólo 15 años mayor. 

viernes, 26 de junio de 2015

De tu existencia

Pongo en puntos suspensivos las razones, sólo que en secreto voy diciendo de forma muy íntima las imagenes que me fluyen por la mente, eres casi un ataque cardíaco; y sólo intento, reinventar este ensayo, está vez sin ningún titubeo, en alguna oportunidad, si mi alma tan reseca pudiese... Que bueno que existes por que eres linda, aún que de pronto sea mejor no encontrarte, que bueno que existes aún en lo imaginario, sin que seas completamente nada o todo; y es que la vida me es menos amarga, por que existes, en las formas que sean, esas formas que eres,  con coraje y desdén, por tal vez esa disyuntiva  de sí abrazarte o jugar a las vencidas, eres tan difícil mi vida, un golpe en mi sonrisa, un lindo aire que se va y no vuelve, se pierde en el quizás. 

domingo, 14 de junio de 2015

Tus estratégias

No sé pero como dije antes si descubriera una estrella tendría tu nombre, y el peor de los males también tiene tu sabor, un nunca con sabor a quizás escandaliza, quien sabe que querrás hacer de mi, porque entre los muchos besos dados, alguno tuyo me debería ser concedido. No soy celoso ni rencoroso, ¿Con quien crees que tratas?, al parecer tendrás que aprender mucho; es simple la pregunta sigue en el aire. 

sábado, 13 de junio de 2015

Moan

Sería el perfecto saludo, la forma exacta en la que quiero oír mi nombre, la partitura desde la que interpreto tu carne, o el verdadero idioma en el que te digo toda mi poesía, la que se ha guardado sin dolor; sin ofensas, con gusto de mi seducción, así con temblores a la luz azul del amanecer, ese es el sonido que quiero enterar de ti. La playa se hace nueva; de un perenne negro azul al celeste mas brillante, ha vuelto en si reinventando todo, como yo que reinvento mis insinuaciones cada día, has de valer la pena que vuelvo cada cierto tiempo; con un gemido,  así necesito que me encuentres en la obscuridad, que me llames,  que así digas mi nombre; no has dormido de verdad, porque así se escuchará  cuando repitas toda mi historia, mi feroz desgracia, el empedrado que no hemos caminado, ese puente pequeño que de niño socorría mis soledades, y al que nunca, voy a dejar que el frío de la madrugada nos haga cabecear.
 A la luz de una vela, las pinceladas sugieren dos cuerpos, eres tu disfrazada de mis manos, te tendré a media luz, entre viendo lo que sucede o lo que siento,  tu ombligo será obscuro, jurarás pertenecerle a mi sed, solo existen huesos, un saco de huesos, piel, músculo, en plena estampida, dos cuerpos que se hablan así, se deben comunicar  sobre la alfombra, sobre la orilla de los sillones, sobre ropa que se arrancan, con palabras que se cubren con las cortinas, dos cuerpos que necesitan tocarse, que corren a impactarse  y amasar hálitos, bordes de sobre el espejo; la vida es cruel solo pido:  ven a ver las imágenes que te guardo cada día, diré a mi mente que no es cierto, pero tu dile a mi piel si no es verdad que es completamente tuya, o que tus ojos  iluminan que hacen cantar el agua, las flores. No hay sol mas brillante que los días en los que contestas que quizás, por eso creo que me sigue hinchando el deseo, el de que te dejes llevar; como ser yo lo único que te sostenga, como lo único que exista. 
En todas mis poesías te deseo igual o más, te incito, te sugiero, y me doy al trabajo de continuar pensando porque no dices que no, escucho el batir de mis alas por la alegría, mas allá de esas colinas que no he alcanzado, allá también te cubriré con mis alas, te enseñaré a rugir conmigo, aprenderemos que las risas son distintas cada segundo, que esos ojos en los que me pierden tienen toda la vida que les dejes beber, harás dibujos en mi espalda y yo temeré no entender tus intenciones, porque la tarde será, si quieres el lapso de espera, el cúmulo de la bruma, un gesto, un sonido, quiero oír todos tus gemidos. No sé pero hoy se que quizás, se más valiente quiero sobrevivir a mañana.   

viernes, 12 de junio de 2015

¿Quieres saber lo que es seductor?

Apagué el coche, tu boca en penumbra dibuja apenas una sonrisa, pero entre la luz de las farolas, la ventana deja entrar luz que ilumina tu cuerpo que retorciéndose, me recuerda lo afortunado que soy,  yo se que me deseas tanto como yo a ti sólo que no lo dices;  subo las escaleras, el acuerdo fue que subieras después de contar hasta 30; entro con mucho nervio haciendo ruido, sigo contando en voz baja mientras me aseguro de que todo quede en absoluta obscuridad...se oyen tus pasos, estas frente a la puerta, yo espero apenas, en la mitad del salón, tu entre abres la puerta y te asomas, susurras mi nombre y me buscas , tus manos llevan unos anillos eso alcanzo a percibir, mis ojos  que se terminan de acostumbrar a la poca luz y me dejan verte entrando tan deliciosa, casi inocente, celestial; salgo detrás de la puerta y me acerco a ti, me esperabas, me tocas, tus dedos fríos de nervios o de noche se encuentran con un torso desnudo, y pego mi boca a tu boca mientras atranco la puerta, tu beso sabe a frío de la noche, huele a noche a frío, a sorpresa , y acaricio tu cabello, mientras te encuentras que bajo mi cintura hay un miembro totalmente tenso, listo, esperando por ti; te sorprendes,"¿porque  estas desnudo ?" Me dices mientras pegas tu lengua a mi labio superior, yo intento hacerte entrar en calor mientras te encamino a la habitación, y destrabo tu cinturón, "no hay luz" dices jadeando, mientras te deshaces del chaleco aquel de tela que hace tanto ruido, mientras frotas tus manos que siguen frías y me hacen tiritar, te sientas, te descalzas, lo se porque veo las calcetas blancas en la obscuridad mientras bajo tu pantalón, se perciben formas, la redondez que tanto deseo, unas bragas que te ciñen, me empujas, me pones en tu boca, me tomas, me deglutes, me saboreas, y con la baja temperatura de tu lengua, en lugar de enfriarme me renuevo, vuelvo a arder, pongo tus dedos en mi boca uñas decoradas, te levantas me recuestas y toda la habitación resplandece, es incienso, es un tenue aroma, eres tu vibrando en espíritu por todo el diván, la mesa se acurruca bajo tus posaderas y sólo siento tu sexo en mi boca, ya no más porque me has hecho ir a ti, tus susurros, de solemnidad, hablas entre dientes y subes la voz, es un beso, es tu mirada, tus pupilas dilatadas, el agua embotellada sobre el Buró, tu piel aún sin sudor, humedeciendo mi noche tu belleza eterna, en esta madrugada, en este mejor día de mi vida, en este momento secreto, en ese punto obscuro de la vida, suspendidos 4 pisos sobre el suelo, yo inclinándome en tu regazo, tu viéndote por espejo en el techo, desde que te vi por primera vez tengo fija esa imagen, y la tendré tatuada en cada párpado hasta el día en que me muera; ¿A qué le tienes miedo?, si eres tan segura, porque no contestas, ¿Quieres ?, has dicho que no puedes, que no debes, pero jamás me has dicho si quieres o no.

domingo, 7 de junio de 2015

El tratado del secuestro

No quitó el dedo del renglón, sin embargo seré más sutil está vez, dije que lo haría tu manera pero la mía tiene más que ver con sábanas de seda, y el gracioso vuelo de reconocimiento de mis labios por tu cuerpo; es tu piel el mapa perfecto para subir y bajar, el lugar donde tocando casi al ras, volaría haciendo pequeñas paradas entre uno y otro músculos, entre uno y otro parajes, la sensación de humedad no me es ajena sin embargo, la tuya podrá tener diferente gusto; quiero que cuentes los momentos porque en cada ángulo donde la suavidad se descubra ahí habrá una mano, un poco de piel mojada, ardiendo en deseo con uñas afiladas, tu boca deshace sabores y besos, en eso pienso hazme presa necesito tu secuestro, deliciosa diva todo empieza por un simple beso.

sábado, 6 de junio de 2015

Ensayo del escalofrío

Hablé de mis risas, eran de nervios, sin embargo voy a hablar del origen de los escalofríos, espero que de los tuyos también, no hace poco te vi por la calle y aunque no te hablé, pensé en estar cerca, sólo por aspirar un poco de tu aroma, y hoy en cambio, no tengo nada pero estas ahí presente, te siento, voy de pronto acercándome mientras eliminas cualquier imagen previa y sólo me tienes de frente, con esa curva endulzada tus manos arrastran el pantalón hacia media cintura y subes te abrazas con las piernas y ese beso que deseo en persona se realiza; la ropa es un elemento más mientras mis manos estrujan tus nalgas, buscas entre mis ropas con un cinturón que no cede, mientras te siento sobre un Buró; es el deseo que se agolpa y me hace temblar, finalmente estas ahí con la ropa fruncida y enmarañando mi cabello al tiempo que cae todo, empuño tu lencería con ambas manos como una rienda mientras me has quitado la camisa, me empujas al suelo, me apresas entre las piernas y bruscamente, ya que no quiero probar la tela de tu ropa, reviento  ese encaje, lo saco de ambos lados, y te regalo  mi boca, como no probarte si has estado en mis pensamientos varios días, urgiendo mi placer, despeñando mi vigor, me sientes y mis manos se prenden en tu mandíbula para callarte pero para tener mis dedos en tu lengua; ¿Qué tan erótica puedes ser?, estamos a punto de averiguarlo, con tus rodillas en mis sienes me has ahogado, un grito más, ya no hay sábanas, a medio caminar íbamos a recostarnos, pero hay más que sólo una cama, el suelo hace orilla con tu espalda, me renueva verte, tendida sin ropa, agitada, ¿Cuál es el origen de mi escalofrío ahora ?;  revuelvo el piso, has dormido un buen rato, sólo para abrir los ojos y empezar de nuevo, tengo por aquí un par de gritos, un poco de gemidos, algo más o menos sutil pero contundente, algo que quieras hacer pero que que sepa mejor a obscuras, en secreto, piénsalo porque esto aún no es nada.

En la infancia

Justo nos encontramos algún día, me remonté a esos años, sin querer me vi en esa edad, sin mucho de lo que soy y más bien menos edad, más sueños, menos pesadillas, siendo esos días, cuando la veía el deseo de un adolescente; quien sabe pero cuando nunca has estado con una mujer resulta una dificultad hablar de intimidad, quería que fuera mi primera vez, ¿Porqué ? Algo me llamaba, éramos niños, todavía pero algo, ese algo me inquietaba, quizás sus formas en ese ayer, que asomaban una mujer en potencia, yo solo era un jovencito flacuchento, pero no lo comunique nunca, ¿Como hacerlo?, y decir algo me llama en ti que yo quisiera... Y al final no recibir alguna bofetada.
Años después aún me provocó un poco de temor la confesión, nervios, no sabía que decir, yo am i edad, quien sabe pero me

jueves, 4 de junio de 2015

Estero

Era en ese momento y en este también en el que pienso que probablemente en unos días más habrá salido de mi sistema, te habré sacado sin duda alguna, destilando todo lo que pude sentir; pero es ahora que entiendo que de todas formas me queda la necedad perdida de un beso, de despertar una mañana o una tarde o una noche, o en horas en las que te ruges conmigo, esa necedad de tocarte, de encontrarte a obscuras por cualquiera de tus sonrisas, besándola en pleno muriendo en sabores perfumados, juramentos en gemidos, vaya que se guardar secretos pero no se sí sea así, ahora dime ¿cuándo y dónde ? Quizás .