domingo, 7 de junio de 2015

El tratado del secuestro

No quitó el dedo del renglón, sin embargo seré más sutil está vez, dije que lo haría tu manera pero la mía tiene más que ver con sábanas de seda, y el gracioso vuelo de reconocimiento de mis labios por tu cuerpo; es tu piel el mapa perfecto para subir y bajar, el lugar donde tocando casi al ras, volaría haciendo pequeñas paradas entre uno y otro músculos, entre uno y otro parajes, la sensación de humedad no me es ajena sin embargo, la tuya podrá tener diferente gusto; quiero que cuentes los momentos porque en cada ángulo donde la suavidad se descubra ahí habrá una mano, un poco de piel mojada, ardiendo en deseo con uñas afiladas, tu boca deshace sabores y besos, en eso pienso hazme presa necesito tu secuestro, deliciosa diva todo empieza por un simple beso.

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