Era en ese momento y en este también en el que pienso que probablemente en unos días más habrá salido de mi sistema, te habré sacado sin duda alguna, destilando todo lo que pude sentir; pero es ahora que entiendo que de todas formas me queda la necedad perdida de un beso, de despertar una mañana o una tarde o una noche, o en horas en las que te ruges conmigo, esa necedad de tocarte, de encontrarte a obscuras por cualquiera de tus sonrisas, besándola en pleno muriendo en sabores perfumados, juramentos en gemidos, vaya que se guardar secretos pero no se sí sea así, ahora dime ¿cuándo y dónde ? Quizás .
No hay comentarios:
Publicar un comentario