viernes, 12 de junio de 2015

¿Quieres saber lo que es seductor?

Apagué el coche, tu boca en penumbra dibuja apenas una sonrisa, pero entre la luz de las farolas, la ventana deja entrar luz que ilumina tu cuerpo que retorciéndose, me recuerda lo afortunado que soy,  yo se que me deseas tanto como yo a ti sólo que no lo dices;  subo las escaleras, el acuerdo fue que subieras después de contar hasta 30; entro con mucho nervio haciendo ruido, sigo contando en voz baja mientras me aseguro de que todo quede en absoluta obscuridad...se oyen tus pasos, estas frente a la puerta, yo espero apenas, en la mitad del salón, tu entre abres la puerta y te asomas, susurras mi nombre y me buscas , tus manos llevan unos anillos eso alcanzo a percibir, mis ojos  que se terminan de acostumbrar a la poca luz y me dejan verte entrando tan deliciosa, casi inocente, celestial; salgo detrás de la puerta y me acerco a ti, me esperabas, me tocas, tus dedos fríos de nervios o de noche se encuentran con un torso desnudo, y pego mi boca a tu boca mientras atranco la puerta, tu beso sabe a frío de la noche, huele a noche a frío, a sorpresa , y acaricio tu cabello, mientras te encuentras que bajo mi cintura hay un miembro totalmente tenso, listo, esperando por ti; te sorprendes,"¿porque  estas desnudo ?" Me dices mientras pegas tu lengua a mi labio superior, yo intento hacerte entrar en calor mientras te encamino a la habitación, y destrabo tu cinturón, "no hay luz" dices jadeando, mientras te deshaces del chaleco aquel de tela que hace tanto ruido, mientras frotas tus manos que siguen frías y me hacen tiritar, te sientas, te descalzas, lo se porque veo las calcetas blancas en la obscuridad mientras bajo tu pantalón, se perciben formas, la redondez que tanto deseo, unas bragas que te ciñen, me empujas, me pones en tu boca, me tomas, me deglutes, me saboreas, y con la baja temperatura de tu lengua, en lugar de enfriarme me renuevo, vuelvo a arder, pongo tus dedos en mi boca uñas decoradas, te levantas me recuestas y toda la habitación resplandece, es incienso, es un tenue aroma, eres tu vibrando en espíritu por todo el diván, la mesa se acurruca bajo tus posaderas y sólo siento tu sexo en mi boca, ya no más porque me has hecho ir a ti, tus susurros, de solemnidad, hablas entre dientes y subes la voz, es un beso, es tu mirada, tus pupilas dilatadas, el agua embotellada sobre el Buró, tu piel aún sin sudor, humedeciendo mi noche tu belleza eterna, en esta madrugada, en este mejor día de mi vida, en este momento secreto, en ese punto obscuro de la vida, suspendidos 4 pisos sobre el suelo, yo inclinándome en tu regazo, tu viéndote por espejo en el techo, desde que te vi por primera vez tengo fija esa imagen, y la tendré tatuada en cada párpado hasta el día en que me muera; ¿A qué le tienes miedo?, si eres tan segura, porque no contestas, ¿Quieres ?, has dicho que no puedes, que no debes, pero jamás me has dicho si quieres o no.

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