sábado, 25 de julio de 2015

Cuando Dios solo atisba por la cerradura.

Allá íbamos, mal vestidos y hambreados, pero a la iglesia cada domingo... De una a otra semana las desgracias se iban acumulando, pero pasábamos a dar gracias por todas las "bendiciones"; me han preguntado de por que me he peleado con Dios, yo contesto que Dios se peleó conmigo, y he pensado en la posibilidad de que no le caigo bien, quien sabe,  yo llegaba con otros niños, con la actitud de cualquier niño y en seguida el rechazo, por ser yo, he visto ese rechazo un par de veces solamente y creo que esa posibilidad, no le caemos bien. 
En teoría conozco lo que dice la escritura, pero digo sintiéndome como ese año nuevo de 95, sentado en el escalón, con el corazón roto y un sombrero ridículo para la fiesta. Pudiera hablar de bendiciones, pero por cada cosita linda, hay quince o veinte cosas realmente tristes, tengo el corazón cristalizado, una roca negra, muy dentro hay algo parecido a la vida, y hace poco tiempo por solo un momento comencé a pensar en esa dulzura insulsa, el perfume del sentir, amor pues... Sin embargo todos se acercan a la bestia por la curiosidad que produce, yo, esta bestia colosal, los conozco, conozco sus motivos, han querido jugar con la bestia y han salido heridos, está vez como siempre, conozco los motivos que le hicieron acercarse a la bestia, pero me he cansado de hablar en segunda persona, se me extingue  la vida, esa hambre de amor aún no se ha saciado, el Dios que existe en el cielo no expresa más que desdén, y cuando fui humano, niño, entendí que algunos de nosotros, no le gustamos. Y ahí caminábamos, hambreados mal vestidos, de regreso de la iglesia... Es tan imbécil el mundo. 

1 comentario:

  1. Una excelente parábola para enseñarnos sobre la cerradura, pero por un lado más real tendremos que ver por ejemplo la seguridad para nuestro hogar como las las mejores cerraduras electronicas con alarma que son una excelente herramienta.

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