En la normalidad de lo sentidos, se encuentra un diminuto brote, ha crecido con los días, es un minúsculo hallazgo en mi vuelo hacia ningún lugar, las piedras enormes que desde mi alma en proyección trascendental, se ven como pequeños guijarros cubiertos de machas multicolores, moho que desde aquí se ve decorado, no hay sonido, me ensordece el aire vibrando a velocidades mayores, llegó a un pequeño valle, una forma llama mi atención, sobre el verde encendido de los pastos, tu cuerpo desnudo, ese cabello tuyo y los ojos de gato amplios, haciéndose enormes s medida que me acerco, no hay pretextos en esta vida, pero en esa dimensión donde mi mente se proyecta y sube a la atmósfera, mi cielo es tu cielo, en realidad eres tu mi cielo, no se ya como terminan estos cuentos, has decidido que lo mío es pasión, yo sin embargo reconozco que tu en lugar de ser esa versión mejorada e inteligente de ti misma, prefieres ser sólo bonita; me dijiste alguna vez que soy rencoroso, realmente me molesta ver potencial desperdiciado, quizás un hombre normal, tomaría lo que pudiera y desecharía el resto, yo sin embargo creo en eso que puedes llegar a ser, no existe nada más sexy que una mujer resuelta, que se reinventa, que no sólo parece seductora mente inteligente, sino que lo es. Mi cuento era mucho mas sexual, la imagen iba y venía, casi te mordía, casi te derretías, como he venido diciendo, yo no tengo en esta ocasión ninguna estrategia, me apasiona, pero reconozco errores y virtudes, no he amado, pero creo que podría.
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