miércoles, 8 de julio de 2015

Del lenguaje común entre tu y yo

Desde mi lugar, desde mi avaricia creo que somos el uno para el otro, te miro de lejos mientras no me miras, siento el nudo bajo la pleura cortando el pecho... Pienso que nunca te hubiera encontrado, y sin embargo no es el momento el lugar, se ilumina la habitación mientras llegas, se obscurece cuando no estas. Que cruel es el destino, pensé mientras te oía, te observaba quedarte atrás, no alcanzarme, tantas ganas de voltear y... Cielo, mi cielo.  Este diálogo que se volvió intenso y que no se pierde, sin palabras, totalmente explícito, este lenguaje de señas inventado, emocional, caliente, tierno, que existe o no existe, esta historia que me cuento a veces, y ese quizás que todavía me taladra. 

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