miércoles, 30 de enero de 2013

Dulce, Veneno.

Siempre que se hace una historia, hay que contemplar que necesita un planteamiento: el qué, las bases del conflicto que se ha de contar; un desenlace que atrape al lector… y, en otros modelos, podemos modificar esta estructura.
Básicamente, en esta historia el final es un baño de sangre: la chica se va con el tipo, se casan, viven felices para siempre, y la Bestia vuelve a su estado natural, a la delicadeza de la rabia.

¿Pero por qué hacer una historia así?
Porque sabiendo el final —y que, por un síntoma idiosincrásico, la tipita volverá a su zona de confort (de la que no debió salir jamás)—, se entiende que es un ensayo de la vida. Digamos que es igual que una borrachera inducida: sabes que la cabeza dolerá al final, pero aun así te aventuras, porque… es viernes.

El principio es el de cualquiera: una chica linda que se aburría de ser mojigata, y una Bestia poseída por las letras y el propio alucinógeno de su poesía.
La Bestia es rara, infame, molesta, sexual, instintiva; responde a impulsos con rabia, se increpa, aletea, vuela. Es una Bestia con color de fuego. Su piel y sus escamas han sacudido los cuerpos de sus exparejas en bailes sensuales, donde los colmillos se hincan fuertes en la carne, los tendones y cuerdas del cuello bebiendo sangre, almacenando almas en ese diamante frío y perverso: su alma, que alguna vez tuvo vida.

La mujer jugó con la Bestia. Bailó, dio espectáculo cómico a los miles de comensales que la vieron quedarse con los ojos cafés y profundos de la Bestia.
Sacó de ellos lo que aún quedaba de corazón: un corazón capaz de amar, un alma humilde, viva. Y después, al huir del dolor, solo sirvieron para matar, para nada más que eso.

Pero la Bestia ama. Ama de verdad, como nunca.
Piensa en arañar el cielo por ella, que solo quiere un juego, diversión, vanidad; ella que no conoce a la Bestia y cree que puede acariciar sus alas, verla como su mascota, sonreír estúpida y frívola para beneplácito de su ego.

Es precioso poder decidir, poder buscar la felicidad. Pero la Bestia… ¿quién puede amarla? ¿Es justo embromar sus sentimientos?
Cuando fue demasiado tarde, los sentimientos la ahogaron. Bebió de lo que la mujer le ofreció para saciar su concupiscente malestar —o su monótona costumbre, yo qué sé, yo solo lo redacto en este cuento—.

La Bestia aullaba de dolor, y la dama reía pícaramente.
Fue el amor en la vida de la Bestia, el amor que se alejó, la mentira más dulce.

No se culpa a nadie por sentirse grande tocando el peligro, porque parece que la Bestia no siente. Al fin y al cabo, es una bestia.

Pero, sin embargo, duele.
Desgarrada en sus entrañas, yace lamiéndose las heridas.

La historia tiene fin en el principio:
la Bestia, al fondo, moribunda;
esa pinche bestia horrible que, al parecer de la mujer que sonreía, no sentía nada.

Le dio de beber su dulce veneno.
Veneno dulce.
Dulce veneno.
Veneno y Dulce.
Nada dulce: solo veneno.
Veneno. Veneno. Veneno

domingo, 27 de enero de 2013

Solecito

No sé donde oí esto, pero a "Solecito", como le llamaba su madre, le gustaba oír como se rompían las esferas, se metía tras el árbol y dejaba caer una a una las esferas por el gusto de oír ese crujir del golpe del vidrio, en sus múltiples manifestaciones; lejos de esto "Solecito" sin calcetas y en batita iluminaba la casa, corriendo, subiéndose en los sillones, bajando el tarro de galletas... Ya en las noches, su mamá la ponía cerca del buró y la arropaba, "Solecito" con una vocecita apenas tímida le preguntaba ¿me haces "rico rico"? y su madre le acariciaba dulcemente con las yemas de los dedos la espaldita, los brazos y la cabecita, que al cabo de un rato caía redondita;  en silencio, su mami la ponía en su camita, la nena ya dormía...Duerme "Solecito" donde quiera que estés...

Ensayo del sonido

No sé en que momento pasó, pero al correr de los días mi alma negra y quejosa no se dejó poseer mas por los exilios de... lo obscuro, voy empezando a creer que de lejos llegaste a mi vida a darle amor, creo que sonido al silencio, de entré todo lo que puede o no puede ser, el silencio que se había hecho de por dentro, y que embotaba todo y me quebraba los pabellones con una histeria descomunal.. .mi razón o lo que puedo desenmarañar de esto  es que te quiero, de la forma cruel y atroz, un enamoramiento pérdido; me encontré otra vez el némesis, el peor enemigo, el talón de Aquiles y el aguijón en la carne, te encontré amor de amor hambre de sueño, ganas de conocerte a  la manera bíblica a la usanza antigua, vicio fornicio, piel que sangra, huesos, crin, uñas, mundo...silencio. Te quiero a ti, no preguntes porque, porque solo,  solo es así, lo sufro, lo oculto, lo niego, lo olvido, pero es así, en tanto no me mate nada ni nadie, en tanto no pierda la razón o se me seque el alma en los cuencos de la pleura, mientras respire, cada célula de mi cuerpo vibrará por tu cabello, tus pies lindos y la forma en que delicadamente pierdes un zapato y me haces el día, la semana y el mes. Sucede que estas aquí, por eso suena por eso vuelvo del eco a colocar la nota y entender las armonías, tiene color, tiene vida, ahí donde ustedes llaman alma, y donde creen que radican las emociones, ahí algo golpea fuerte, exhala, late  porque existes tú.

jueves, 24 de enero de 2013

Cielo

Si te levantas vacía, si un día no encuentras más que el malestar de seguir viviendo, si todas las noches desesperas sin sueño y solo aguardas el amanecer para salir corriendo de entre las sábanas; si te pasa eso mismo, recuerda que la vida no termina, termina cuando quiere ó cuando tiene que... Yo mismo no me he dejado de inventar, cada hora, cada minuto en un viaje de interminable pasión y ganas de seguir respirando, de sentir el viento, de vivir la velocidad, un día también estuve perdido entre la obscuridad y el inframundo, apenas  vi una luz, pero no salí hasta que fue la hora, aún así todos los días entre la bruma desperté jadeante. Por eso creo que estar demente así como estoy no es lo peor, lo pero es no volver.
Mis afectos, los míos, los de a de veras estarán contigo, para volver tarde, para contestar la llamada, para dormir desnudos, para ser lo que quieres contarme de los sueños que no hemos compartido, un minuto, un momento, un segundo, la eternidad entera cabe en ese instante que no caminas y yo simplemente veo de lejos la salida. Queda vida, quedan todas las colinas para huir hacia allá, queda soñarte... a mi lado, quedan sueños, celos, ilusiones, queda  muerte, queda esperanza, quedan las ganas de correr, las ganas de tu ombligo, las de soñar, viajar alto, volver a nacer. Mientras el aire frío, el agua de esa fuente, tu voz ahogándose de a poco en el teléfono, la vida pasándome por la garganta.

miércoles, 23 de enero de 2013

El pochote

Me gusta caminar porque hay muchas imágenes que me vienen a la mente, junto con las cosas que veo cuando camino, digamos que es una fotografía inmensa de lo que es la realidad.  Hace días vengo viendo un árbol que se erige desde una jardinera, es un árbol que al principio me pareció tan desagradable,  con esas  espinas retorcidas y un verde botella encendido en la corteza, pero al verlo detenidamente, no se concretamente perdí la idea de que fuera desagradable, simplemente reconvengo el mensaje y  hablo como si me fuera concedido el futuro,  creo que de entre esa imagen me vienen a la mente muchas otras, en animación suspendidas, en el aire caminando entre el caprichoso entremés que me ofrece esa corteza aspera, está mi mente pensando en el tiempo de la vida, en el fetiche de la felicidad, y en que alguien  me dijo que me felicitaba por mi locura; no es necesario volver a repasar lo perdido, lo que mataba, lo que hería, y como una figura, como en nigromante que encuentra una faz dentro del mundo, esta figura indescriptible y aberrante llena de espinas tiene una razón en el mundo y he aprendido con el paso del tiempo, y con las veces que te he tenido cerca que las viejas incisiones del alma se resisten a irse pero al final... se fueron.
Yo percibo la vida diariamente, en un vídeo de textura lechosa, pido a cada segundo de esa eterna grabación que se detenga un momento, para verte, para irme y voltear, de entre las ultimas grabaciones al mundo iluminas ese momento, y de entre lo que existe y se acepta ó lo que se sueña y se es, veo una figura de entre las demás la luz entre las hojas, las espinas cuneiformes, para que todo sea como debe ser sin temor, ni apuro, sin mimos graciosos que te ofendan, ni perdición mortal, pura como la nieve, camino entre la gente con textos vagos entre el aliento, la sed, es lo que es´, es así y no tiene cambios ni caducidades, ni tiempo, ni apuro, ni existe, pero es y me ilumina.
 Veo entonces que el el árbol aquel que yo creí sin forma tiene una razón en esta vida, no me importa no saber cuál es, ya no tengo que saber de más, existo libre, al final está bien, de entre el viento fresco, viene el nuevo tiempo, viene la vida, viene... 

lunes, 21 de enero de 2013

Sentirse


Hace mucho tiempo la libertad jugaba un papel importante en la vida de los hombres,  digamos que tenía el aspecto de una tea incandescente que bajaba a tierra, Bünar, le llamaban todos a ese fuego que bajaba y bendecía a los seres de la tierra. Todo era más fácil para esos hombres que en lugar de referirse a la verdad con símbolos gráficos, lo hacían con solo palabras y señas específicas.  Entonces en los hombres, estuvo el deseo de poseer la libertad, que no era de nadie, pero aún así pelearon, de entre esos guerreros, cada uno con sus cualidades para la lucha y las artes bélicas, hubo uno que no tenía sentimientos, Maalik, era un gran guerrero, que entre sus habilidades tenia la que todos considerarían, una cualidad rara, porque eso lo hacía implacable y es que de sus múltiples batallas había heredado cortes, cicatrices y había perdido poco a poco diferentes miembros alguna vez un dedo, otras veces uno de los brazos y así entre el tiempo, este guerrero se había vuelto un collage de todas las personas que lo repararon en un momento de su vida, es así que al parecer en esas reparaciones y el diario luchar perdió la capacidad de sentir, no sintió a nadie por mucho tiempo.

Llegada la batalla este fue uno de los guerreros más gloriosos;  dominaba de manera exquisita las artes de la espada, la lucha cuerpo a cuerpo, el tiro con arco y el esgrima artístico, tenía todo para ser el más grande. Sin embargo 2 meses antes de tomar por asalto el castillo de “Astarük”  donde Bünar había sido llevada después de que la robaran, Maalik cayó en un sueño profundo junto a un estanque de agua, entre  sueños Tadivil una ninfa se le apareció, al parecer no podría conquistar al gran guerrero sin sentimientos. Maalik se levantó de su sueño y la vio algo divino toco el frío bronce forjado que formaba parte de su pecho.

Nunca, ninguna de las leyendas sobre Maalik ha explicado cómo fue o que pasó exactamente. Solamente se sabe que tras esa madrugada Maalik abandonó la guerra, desarmó su ejército, y  volvió de entre los que viven muertos a los que mueren vivos, que es igual pero distinto, lo mismo pero a viceversa. Y provoco una revuelta entre todos los ejércitos que comenzaron a ver a uno de los más grandes héroes correr en pos de algo que ni siquiera podía sentir.

La guerra se tornó más cruenta, porque sin los héroes el pueblo de Astarük tomó las armas y se defendió del sitió, morían a diestra y siniestra en combates que bañaban la tierra con sangre, mientras nuestro héroe se rendía, se arrodillaba, y se declarada enamorado de la ninfa del cabello rojo, una gitana de sonrisa incapaz de matar pero que no ama a Maalik.

Para el siglo IX la libertad se había perdido en esa y muchas guerras, Maalik se había perdido también en el tiempo, en la tierra y las llanuras que no eran aptas para el amor. Todo como lo conocemos fue creado antes de esas batallas, pero se definieron los reinos antes de la batalla del puente glacial de Fendor. Muchos estudiosos dicen que Maalik pudo haber ganado esa batalla pero su dolor, el del corazón lo confinó a un arrecife a orillas del mar del norte, donde murió pensando en volver a hablarle al oído a Tadivil la ninfa de cabello rojo.

miércoles, 16 de enero de 2013

Empacho

Fui a muchas bodas últimamente, y de toda esa felicidad, de las canciones las fotografías, los vestidos largos y la gente luciendo hermosa... me quedan mis reflexiones, sigo siendo ese mismo joven que se sentó  defraudado un fin de año con otro gorrito ridículo a esperar que todos se fueran para desahogarse. De todas las fiestas y todo lo que vi, me quedan los momentos de vacío, las imagenes de comensales disfrutando, el rictus de las caras embarrando el aire como en una fotografía con una velocidad de obturación baja, me quedan destellos irónicos de lo banal y lo eterno, y me pregunto ¿por qué el amor es tan importante?, ¿por qué aunque no lo vemos se nota cuando existe y cuando no?, y siempre me respondo, pero en esta ocasión me cansé, me he rendido, ante la mediocridad que veo en algunas personas, el amor es muy bello, pero no lo es todo, existen mas emociones y desgraciadamente por mas que intento no puedo terminar en esa piscina profunda y fresca porque simplemente perdí esa capacidad, y conocí a alguien que en su ignorancia me exige algo que con gusto le daría si yo pudiera, me veo a mi mismo como un niño pequeño en silla de ruedas con dos muñones y a ella enojada corriendo al rededor, exigiendo que yo corra, haciendo gestos y obligándome.
No entiendo eso de las personas, el mundo es, no necesita de nosotros para existir entonces, ¿por qué creemos que tiene que amoldarse a nosotros? ¿por qué tiene que ser como queremos?, si cada uno entendiera que las cosas no son como queremos sino que simplemente son y que no tiene la menor idea de lo justo o lo injusto, y que sobre todo la creación de un artista no tiene porque darle lugar a los caprichos de ninguna mujer sino por el contrario tomar una forma para trascender, es entonces el amor el motor de algunas creaciones, pero el odio, el desprecio, la vida misma y todas sus formas son parte de esa creación. El artista magnifica su existencia en el hecho de crear, sea cual sea la emoción, visto de este modo, el contenido está dispuesto por el interés, la vida, las relaciones, y la historia del creador, entonces la creación viene arrastrándose, como dije alguna vez las canciones son perlas, que se maceran en el fondo del corazón, unas son grandes otras pequeñas, unas negras unas blancas, unas duran ocultas muchos años otras salen inmediatamente, y nunca estarán sujetas, ni serán rehén de nadie. ¿Qué tiene que ver con las imágenes de las bodas?, todo, el amor existe y se manifiesta, entre esos dos que se casaron, o en otros caso no se ve, y parece una cruel broma, por eso es importante casarse por las razones correctas, y no por un capricho o por escapar de la soledad.
vi miles de historias en estos días pero temo escribirlas porque en su total falta de dimensión esa persona a la que por ningún motivo quiero lastimar, y que incluso tengo todas las ganas de llegar a amar se lastime, por que es poco digerible un mundo que es totalmente ajeno, y que quedó bosquejado en su mente por mi culpa, por haberla incluido.
Que mal, porque tantas historias están por agolparse en mi garganta y ser rejurgitadas.
 

viernes, 11 de enero de 2013

Me deprimen los cumpleaños

Hace unos 10 años más o menos me di cuenta que efectivamente me deprime llegar a un año más, y no es que sea mi melodramática forma de ser, sino que tengo todo por ahí un stock de emociones, ¿cómo haces para no deprimirte en tu cumpleaños? si hace tanto que no estás satisfecho con tu trascendencia... Tengo muchas preguntas existenciales, estoy hechizado con la trascendencia del ser, y si bien es cierto, yo no vine al mundo a enamorarme porque está más que probado que no tengo esas habilidades, hablamos de una incapacidad para amar, y del grandioso resultado que dio la ultima de las ultimas veces, y por el contrario, estar negado no significa que mi intelecto no se mueva hacia alguna parte, pero sin embargo aquí estoy sentado como muchas de mis noches, estudiando algo escribiendo otra cosa, alienándome o bebiendo, seduciendo a alguien por deporte, y sin embargo no he legado nada más trascendente que ninguno de mis héroes, aun no alcanzo mi sueño de ser semiólogo, puedo presumir libros, canciones y composiciones, pero no puedo presumir novelas, o diálogos filosóficos, y si un hombre, que sabemos que no vino a encontrar el amor de la vida, y por otra parte todavía no esta en el grado de desarrollo intelectual y productivo que su planteó hace 10 años ¿entonces a que vino?... Es difícil estar evolucionando y sin embargo no como quisiera, no a esa velocidad y en esa magnitud que se planteó cuando solo tenía 12, "quiero ser escritor" dije y comencé a soñar, y bueno ahí vengo de ese sueño, pero y sin embargo soy la soledad, soy el alma acongojada, la agonía del olvido, y del renacimiento, del perder el alma y no poder recuperarla en quien se desea... sino en alguien más.
Leí de uno de mis compositores favoritos que la mariposa no aprende nada hasta que muere, por su gotita de vida ya bebida, y yo creo que al final no he aprendido nada, porque todo lo que sé está muy lejos de lo que debería, y parece, solo parece que ser intrascendente es correcto hoy, no saber o perderse por la gracia de lo inhumano, o lo material es lo "cool", ser miserable, mezquino, despreciar a la gente, correr esconderse tras una pared y tener miles de gadgets o soluciones para la vida moderna, ese es el éxito, y tengo una depresión crónica y cóncava, o sea hacia el alma, si quien me fundió el corazón supiese hoy en día que tengo la oportunidad de conocer eso que no conozco y que estoy dando por hecho que solo es un mito, tal vez sería feliz al haber cumplido con su cometido: destruirme, a veces, solo aveces, cuidar el corazón es la peor tontería, y no cuidarlo también sale caro, no quiero cumplir años porque no quiero alejarme de la inocencia, no quiero dejar el alma noble que hace lo que el corazón le dicta, y encontrarme un alma soez que se disciplina y sigue lo que "es mejor", hace años que dejé de hacer lo "mejor" para hacer lo que quiero, y parece que entrada la adultéz, es "lo que conviene" lo que se "debe hacer" y a lo que se confina hoy en día.
No pude llorar estos últimos diez años, no pude llora como se debiera, perdí lo que creo que fue el amor más grande, y nunca volví como aquellas veces a encontrar de entre las cenizas ese biez cómico que me enderezara al camino de la esperanza, fue de manera paulatina alejándose de mi, hasta que no volvió jamás, hasta que dejó de latir ese corazón rojo caoba y cambie la vida por un entrepaño y la esperanza de que alguien me rescatara. ¡No existe el amor! solo son falsedades, cuadritos de tela, hilos al viento, pastelitos y café, pecado carnal, viento en la cara, un ombligo sensual, la vida siendo exhalada por entre sus dientes; ¡No existe el amor! y puedo jurar que aunque me dejó frágil iluso, sin sentido, yo no repare en el daño y volví de la nada y sobreviví... No existe el amor porque si acepto que  existiera... ya tendría que haberme vencido y aún no lo hace.
Es por eso que me deprimen esos días, no hubo una sorpresa, nadie se acordó, no soy lo feliz que fui o que puedo ser, entonces lo demás era solo trascender como autor, otrora no existe ese ser que yo me cree, existe el mismo niño dolido, ensangrentado, asustado, mirando a la gente, huyendo de las voces de los corazones que dejó rotos, de sus mujeres, de sus bohemias, ni todo el alcohol, ni todas esas damas pudieron hacer que olvidara, ó ¿cuanta paz se obtiene así?, no vuelve se hace pequeña a lo lejos y no vuelve, se va perdiendo tragada por la redondez de la tierra, por lo ancho del camino, por la  lejanía, por loas años, por el orgullo... se fue.

martes, 8 de enero de 2013

El alma que cede y muere, la historia del alma que no cede y se marchita.


Contar historias hace creer que quien las cuenta tiene que ver con ellas, a mi no me importa de todos modos la gente me juzga y he aprendido a vivir con el reflector de la presión social, y… sigo vivo;  Creo que nacemos libres, pero en el transcurso de los años nos vamos atando a todo lo que pasa por nuestra vida, copiando frases, miradas situaciones, y nos volvemos los seres melancólicos, viciados, tristes, alegres, perdidos que somos en la edad adulta. Oí la historia de un alma que entre todos esos momentos se hizo de valor y cedió al aroma, al sentimiento, al arte a la vida, a la música… cedió entre tantas cosas que pudo encontrar, entre todos sus viajes y su felicidad, cedió a una sola mirada de cuencas blancas y piel rosa, aurora imaginaria, cuerpo blando, escasa soledad. Se inflamó la blanca capsula, el capullo y corrieron los minutos de toda esa madrugada, Cedió el alma se embadurnó toda en la melaza de las caricias del cariño robado, de la larga espera de un día a otro por participar, por  ver llegar… Se sentaba el alma a esperar para ver.. Para ver llegar.
No hubo mucho pero si fue muy intenso, cada lunes cada viernes, cada minutito que se fue haciendo grande en su recuerdo, cada labio cada dedo, de ese minuto, la sangre se le hacía pesada en las venas, la piel ardía, en realidad todo era cuestión de un estado mental que se fue haciendo real, se imprimió el alma con esa imagen. Mil minutos volaron, a la vista de todos, se alejó con las manos pegadas a un “no me olvides” y el corazón corriendo a “una nueva vida”, en minutos, se fue alejando por esa calleja empedrada, hacia la izquierda de la casa gris, caminó el alma con el ceño fruncido,  la amargura semiseca ofendiéndole la garganta, caminó duro, a golpe seco sobre el pavimento, cargo sus penas guardadas en la valija, golpeaba el idioma, dormía mucho y odiaba el sol, hablaba de otros, buscaba no ser feliz, porque no podía serlo y en franca rebeldía a la vida fue sobreviviendo a los años con la cara dura, petrificada por el tiempo que no sonrió.
Siglos después ya no era ajeno el siempre estar gris, habían sido tantas vidas, muchas otras almas se cruzaron en su camino, pero sus cargas nunca le dejaron ver un brillo más que el de su propia sensualidad, y se acomodó, cazó con frecuencia y con mucha habilidad, habló de sí mismo en sus recuerdos, y se construyó, más bien se cubrió de una costra rasposa, pedregosa hostil, y fue haciéndose de diversión entre ese lugar a que estuvo confinado.
Cuando niño supongo que todos se quitaron una costra, la carne es fresca tierna y herida con una sustancia, sanguaza o agua con sangre, parecida a la saliva que cubre la herida y se endurece, como costra justamente. Y pues la historia fue así después de no sucumbir a miles y miles de sonrisas verticales, de manos delgadas, de delicadas voces y de tiempos lindos, esa alma se descuidó y una media tarde, en esa zona, cerca del mar, ahí la zona entre dos aguas,   se presentó  sin pensarlo con rizos pequeños y una sonrisa que apenas y se quería regalar.
Nunca lo dudó, aunque esa sensación antigua, la falta de aire, el golpe en el estómago, las ganas de reír por todo, lo tomaron por sorpresa, no cedió, su compromiso era más grande, no cedió, nunca, no dejaría que otra vez tomaran lo poco de cenizas que le quedaron, para sufrir la ruptura, el corte, la daga  lenta entrando, el adiós profundo, la vida escurriendo como arena entre las manos.
Vio su piel desnuda bajo esa costra abierta y despegada, huyó, se disciplinó y se apegó al protocolo, no se puso en riesgo, volvió a casa y se sentó a olvidar, con mucho trabajo, con toda la fuerza de voluntad, y … lo logró no sucumbió a ese embadurne de idioteces que le llaman amor. Sin embargo al final de sus días aun guardaba el beso, la velocidad del viento, el frio las luces, la vida que se escapó, marchita entre las sábanas el alma de desquebrajo, como un pétalo quemado, como un pedacito de nada, seca, sin volumen, sin formas raras, sin cuerpo… marchita sin vida, el alma.
La moraleja no existe.  

domingo, 6 de enero de 2013

Regadera pública

Era media semana, estábamos de gira ese abril y no serían más de las 9 de la noche, cuando toda la gente se alejaba de la playa, yo a mis 22 años había estado todo el día jugando en la arena y remojándome con los demás. El sol se fue metiendo y todavía nos quedamos a terminar unas copas, recuerdo que el agua salada se secó dejando... solo el salitre... peligroso, ya que la temperatura y la fricción irritan la piel.
No tengo idea de como llegue hasta ahí, pero fui el ultimo en encontrar regadera, nos  preparábamos para volver a tocar esa noche y yo aún no estaba listo:  el plan era bañarnos en las regaderas y vestirnos de camino al escenario de un bar que estaba en una playa cercana. 
Me quedé esperando en una de las bancas fuera de el patio interior donde mis amigos compartían su desnudez con otros individuos, grandes, chicos y medianos. Yo me senté un rato y comencé a jugar con la toalla mientras esperaba, una voz amable me preguntó: "¿no alcanzaste?, era la mujer que atendía el establecimiento que ofrecía ademas de regaderas públicas, toilets y chucherías en la entrada. "no, me dejaron fuera" conteste tratando de tragar saliva y que la voz me saliera, era una mujer de tez blanca de cuerpo torneado de músculos delgados y sexys, mucho más joven que su marido, quien veía un mini televisor que se empolvaba sobre el refrigerador que expende los refrescos. La mujer sonrió  y agregó que esperaría a que yo terminara de bañarme para cerrar, le contesté agradeciendo y me perdí entre los vuelos de su falda blanca, lo totalmente delicioso  de las curvas de sus pantorrillas, además de lo lindos y cuidados que tenía los pies. Un par de mechones azabaches  semi rizados se extendían y dejaban libre su cuello, largo, mordisqueble,  fue ahí que me sorprendió por el espejo con una mirada sórdida cuando yo la recorría con la vista, esos hombros redonditos que dibujaban una curva graciosa y excitante tras los pechos de buen tamaño, que eran cargados por el vestido de cuello halter; yo la vi y sonreí, y recordé que una noche antes había estado oyéndonos tocar desde una mesa al fondo del bar, recordé al marido que le doblaba la edad, y busqué el modo de hacer la pregunta de si iba a vernos tocar hoy también, pero su piel trigeña, y las pulseras blancas colgando de sus delgados brazos me distraían y no encontraba que decir, claro yo era un muchachito. Quise hacer plática , pero no lo necesité, esos  labios carnosos pintados con brillo rosado, se entre abrieron para preguntarme: "¿hoy también tocan? "  , "¡si!" le dije sin pensar, mientras un escalofrío delicioso me recorrió desde los pabellones de los oídos hasta el glande que se abultaba bajo mis bermudas.
  
Salía y entraba gente, el esposo apagó la televisión y se metió por la cuadra hasta perderse en las sombras de la casa, " no le gusta lo que tocan uds." -me dijo en tono de confesión,- "ayer lo llevé a fuerza, y hoy no quiere ir pero me quiero escapar, me gustó mucho como tocas " dijo mientras acomodaba las toallas en un cajón, y me daba una barrita de jabón extendiendo la mano con su sonrisa atrapada en picardía.
Entré al patio de las regaderas y puse mi toalla sobre la banquita de en medio, soy muy aprensivo con eso de bañarme en lugares públicos así que tardé un poco en desnudarme, los últimos dos clientes salieron y me dejaron solo en la inmensa blancura, mi cuerpo seguía sufriendo los efectos de esa imagen, ella sus pies con pedicura, las manos delgadas y blancas, los pechos asomando el nacimiento bajo el vestido blanco, el tatuaje de unas delgadas lineas tribales al rededor del brazo derecho... y como es de suponerse comencé a crecer, pero en mi soledad nadie podía verme, luego alcé los ojos mientras frotaba mi cuerpo con la barra de jabón, y en el espejo de los lavabos de enfrente vi esos ojos, que desde la barra en una posición estratégica acomodaba los pedazos de papel higiénico para el siguiente día, mirándome y sonriendo, mi dulce dama era boyerista, pensé, e inmediatamente me vino a la mente sus sonrisas picaras mientras hablaba conmigo...y me di cuenta de que mientras hablaba un rato antes conmigo, ¡¡¡estaba viendo a los clientes desnudos!!, eso más que escandalizarme me hizo tener una gran erección y la vi directo a los ojos mientras de entre los labios sexys salió una lengua larga y deliciosa que toco su labio superior y regresó lentamente a los dientes y a la cavidad oral, mientras me veía fijamente asintió con la mirada, y mi excitación subió de color rojo a violáceo, me toqué frente a ella, froté mi pene viéndola fijamente mientras su boca entreabierta y su mirada se convertían en deseo, comenzó a tocarse también tras la barra que yo podía observar, al parecer esa estancia estaba dispuesta ingeniosamente para ver y verse, porque desde mi sitio pude ver las torneadas formas y como sus manos blancas con largas uñas recien coloreadas se iban a la entrepierna y subían a ensalivarse de repente.
El marido cruzó por frente a la deliciosa dama que fingió muy bien el momento, yo terminé lo mío y salí húmedo de aquel lugar y corrí al bar.
Mientras yo tocaba esperaba que entrara al bar, pero las canciones y la gente se acabaron, salí entre triste y contento con esa experiencia, renegando un poco por la mala suerte, y contándome una historia donde la deliciosa mujer de las regaderas entraba al agua conmigo... luego de varias cervezas y un par de horas, mientras caminada hacia el hotel, esos ojos me preguntaron si quería un ride...y aunque se lo rogué muchas veces  nunca lo hicimos... en la regadera de su casa.