jueves, 24 de enero de 2013

Cielo

Si te levantas vacía, si un día no encuentras más que el malestar de seguir viviendo, si todas las noches desesperas sin sueño y solo aguardas el amanecer para salir corriendo de entre las sábanas; si te pasa eso mismo, recuerda que la vida no termina, termina cuando quiere ó cuando tiene que... Yo mismo no me he dejado de inventar, cada hora, cada minuto en un viaje de interminable pasión y ganas de seguir respirando, de sentir el viento, de vivir la velocidad, un día también estuve perdido entre la obscuridad y el inframundo, apenas  vi una luz, pero no salí hasta que fue la hora, aún así todos los días entre la bruma desperté jadeante. Por eso creo que estar demente así como estoy no es lo peor, lo pero es no volver.
Mis afectos, los míos, los de a de veras estarán contigo, para volver tarde, para contestar la llamada, para dormir desnudos, para ser lo que quieres contarme de los sueños que no hemos compartido, un minuto, un momento, un segundo, la eternidad entera cabe en ese instante que no caminas y yo simplemente veo de lejos la salida. Queda vida, quedan todas las colinas para huir hacia allá, queda soñarte... a mi lado, quedan sueños, celos, ilusiones, queda  muerte, queda esperanza, quedan las ganas de correr, las ganas de tu ombligo, las de soñar, viajar alto, volver a nacer. Mientras el aire frío, el agua de esa fuente, tu voz ahogándose de a poco en el teléfono, la vida pasándome por la garganta.

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