domingo, 19 de octubre de 2014

Cuentos Booleanos: " infinita"

... Pero tu ¿Amas?, me preguntó mientras se sentaba sobre un costado de la cama; la verdad es que no amaba, no podía, todo era tan rápido, de modo que mi alma apenas y sentia, sin embargo también tenía toda la disposición, y en mi rudimentaria forma de expresar, las cosas fueron intensas, fueron ciertas y recuerdo, sin sensacion alguna, que después de pasado el tiempo, finalmente  en verdad  amaba; toda esa mañana nublada y los días grises de Xalapa, me la recordaban mientras yo bajaba observando las calles con sus loma y curvas; en el viento gélido que movía los pastos de aquel campo, los chicos corriendo enlodados y yo buscando esa cara, ese sentimiento que tal vez pidió quedar atrapado en la burbuja del tiempo de algún lugar en el que ha estado. Visito los sitios con esa intención, quiero saber si las plantas, los edificios, las calles me dicen donde estas o estabas, por algún indicio claro, un momentito que se escapará y ver en imágenes, de esas que quedan fijas en los espacios, entre mezcladas las luces, de como cambia tu semblante si me piensas, es ese sonido claro ente la gente, el eco de las llamadas y los sonidos distintos en el teléfono, cada quien marca y suena diferente,  una llamada es diferente, un pensamiento largo y perdido llega a ser parte de esta conciencia que nos ha dejado a ti y a mi de un lado opuesto, ¿amas? Era la pregunta, no, pero si, y es el existir de la esperanza, lo que llena el mundo de ilusiones y lo hace girar, es el "quizás" que puede lograr las más grandes hazañas, no es este mundo en el que me encontraste, es otro y otros, es ese donde las partículas pequeñas se muestran flotando en la luz y donde un canturreo pequeñito puede ser el más molesto y desdeñable objeto de de desagrado o una luz de lo que puede ser, un tal vez exista.
Son pues las posibilidades infinitas, la esperanza es el más grande y dulce de los engaños, la miseria más hermosa, la pobreza más feliz, es la esperanza la infinita gloria de los que no ganan nunca nada, y fue el motor de mi corazón muchos años mientras la pregunta seguía en el aire, ¿amas?, no se hacerlo, ya no, así que se fue perdiendo entre los años hasta anoche, cuando las luces me pegaban en la cara y bajo una lluvia similar, su corazón se estrujaba, la obscuridad de un pórtico, en lo ambiguo de una promesa, en la faz anegada que se aleja de todos y pide a gritos paz, este corazón sólo quiere paz, sin esperanza, aunque el suicidio no esté en este repertorio, es sería un escape, mientras ella mira y oculta sus ganas pero exige ser mirada, esa es la infinita esperanza, es la muerte lenta, es también mi devociónal diario, mis ganas, mi buen humor, mi...

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