Cuentos Booleanos: " el día que llovieron culebras"

"Tuve un sueño" dijo Alma, " soñé que toda la ciudad era un caos, el humo y el hollín cubrían las cosas, personas con los miembros descarnados gritaban, se dolían, serpientes de todo tipo caían con la lluvia y descarnaban a la gente, la picaban y la envenenaban, les creaban moretones que se hacían grandes y les podrían la piel,  allá al fondo entre la destrucción, un grupo de vigilantes gritaban 'cobra, cobra' que significaba peligro inminente, era la señal para refugiarse" ... " eso soñé" dijo mientras dibujaba una forma peculiar y sinuosa,  que las cobras tienen en el lomo, un dibujo parecido a un antifaz, luego se fue al escuela. Por la tarde tenía que hacer un trabajo  en equipo, en casa de Nicky, un compañero; después del trabajo el papá de Alma olvidó pasar temprano por ella, y mientras esperaban Nicky ofreció un tour por las habitaciones, la casa estaba sola, únicamente la sirvienta que veía televisión sentada en una silla  junto a la mesa del cuarto de lavado. "¿Quieres ver las mariposas que tiene mi papá?" Dijo Nicky, Alma era amante de los insectos y gustaba de la biología así que con la cabeza asintió, ambos entraron en un estudio donde había muchos cuadros de madera cubiertos con vidrio, en el interior había todo tipo de insectos, "las del fondo sin las mariposas" dijo El muchacho, mientras Alma delgada y tímida se interesaba más al tiempo que se hincaba sobre un sillón para verlas de cerca; algo llamó su atención era esa  mariposa ... El antifaz, "cobra cobra" oyó en su mente, ¡peligro !  Y volteó, Nicky se lanzaba sobre ella con un pañuelo empapado en cloroformo, había cerrado la puerta, "No" suplicaba ella, mientras luchaba por quitarse de encima al chico que se movía sobre ella, Alma lo pateó y forcejearon, ella logro zafarse y tiraba las cosas, los cuadros, estrellaba los vídeos y buscaba una salida, Nicky tenía la llave y sacaba de su bolsillo un paquetito de papel del que aspiraba un polvo, luego súbitamente los golpes en la puerta " ¡Nicky déjala !" Gritaba la sirvienta con desesperación, los ojos de Nicky se dilataron y Alma suplicaba mientras empujaba una mesa para alejarse del muchacho. "Está bien" dijo el y saco la llave, y la dejó salir, el vestido blanco con notas amarillas se vio bajar por las escaleras al patio... Nadie dijo nada más, ese día, al otro día, en la escuela, ni Alma a sus padres, ni a sus novios futuros, ni nunca se hablo del tema, sin embargo no debería ser secreto.