domingo, 15 de febrero de 2015

Lo benéfico de ser intrascendente

Supongo que el título es bastante vulgar, pero a mi favor debo decir que guardo un par de cuentos que sin duda en un par de días publicaré y esto es más un poco de ocio, aunado al hecho de que mis inclinaciones fueron descubiertas, mi deseo frustrado y parte de mis sueños hechos añicos, pero con 2 divorcios, cuasi oficiales y las ganas de no cometer los mismos errores que me han llevado a ser un hooligan de la prosa irreverente, diré que espero ser recordado como un muchacho bueno con muchas ideas que cometió el error de enamorarse una sola vez y con eso perdió el alma. En fin tanto parloteo dejara al lector sin entender el título, que en repetidas ocasiones es lo central en los textos, si nada tiene que ver con el título el texto no sirve, pero en cambio si el título se explica dentó del texto uno viene siendo un as en la redacción, lo cual resulta soez, por que si bien mis ensayos se explican, no tendrían porque, ya que en mi mente están las situaciones o personas que desencadenaron ese argumento; es así que puedo explicar un portón en una calle no transitada a media noche y saber exactamente en que ciudad y a que historia me refiero, sin embargo el lector le dará a mi descripción una multiplicidad de significados, en los cuales incluirá su historia o su vida misma, de la cual tengo desconocimiento total, yo solo cuento una historia y espero que en ese diálogo al aire alguien se vea reflejado en esta realidad íntima desde mi mente, pero al grano, ¿Qué sucede sí uno le escribe a alguien mas?, pues varias cosas, me gusta pensar que te comunicas, sin embargo en este mundo mediático de información tergiversada las personas creen que son poseedoras de algún derecho sobre la creación  o la no creación artística, es decir existe gente que piensa que no puedes crear sin su permiso, y alguna otra que espera que no crees nada, ¡vaya!, la única vez que puedo sentir algo y debo tragármelo porque con quien te pretendías comunicar es: Sosa, y me decepciona esta generación, ¿Cómo pretendéis cambiar el mundo?, ¿con hastags y marchas?, ¿desde vuestro lugar feliz?, ¿desde el espacio en la fila, siempre avanzando al final?, que decepción, que decepción, no puedo percibir el mundo como es, lo percibo como soy yo, y así lo escribo, y me ha frustrado encontrar piltrafas de personas que mantienen el anonimato mental solo por no salir afectados, ¿y qué? Yo tengo suficiente historia como para asegurar que nunca se tiene nada seguro, que ganar es básicamente un engaño, y que en todo caso si un escritor se llega a enamorar de una tipa, la volverá inmortal. Tenemos como muestra a Beatriz, a La tristemente célebre Cecilia, a Silvia a Constanza y a tantas que nos han regalado poemas sin querer y no por ningún mérito más que el de haber cruzado el camino del escritor, no seais ladinas, porque vuestro mérito no es más valioso  que el que tiene el viento por soplar o el cielo por despejarse; habiendo quien ruega por una canción o un poema, el poeta fija su mirada hiperactiva sobre algo en alguien, que quizás nadie tenga la habilidad de ver, una pizca de imperfección en la sonrisa o desnivel en los ojos, inflexión de la voz, o tonalidad en el cabello y os volvéis inmortales, sin embargo esa maldición que nos consume a diario, ese aguijón que  nos obliga a escribir, también nos hace enamorarnos de lo imposible, de lo improbable de lo hetéreo de lo anodino, de lo venenoso, en fin, de vosotros. ¿Como trascenderéis si no sois parte de la vida de un ser tan acongojado ?, si en vuestra infame existencia se enamora de vosotros un escritor, tengan en cuenta que es una tea que aunque incandescente, se consume lentamente y que quizás no conozcáis el amor de verdad, terreno, carnal, agreste, hasta que un escritor os ame, una vez por lo menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario