domingo, 27 de julio de 2014

Abducción

... En tanto el día comenzaba a clarear,  aquella figura humanoide entró corriendo a la pieza, "Juana, Juana" susurraba a su mujer que dormía, y de un salto le respondió asustada"¿dónde estabas?, ¿te fuiste de borracho verdá?", le retó la mujer a medio vestir y con el cabello negro enmarañado.
"Aldo ¿que pasó? " le cuestionó la mujer mientras el hombre se encerraba en el baño, " mira mujer, tienes que confiar en mi, huele, no vengo tomado, escúchame y no te enojes" le dijo el hombre con la cara descompuesta y unos ojones desorbitados, y comenzó a relatarle que saliendo de trabajar en la mina, una camioneta los dejó cerca de la entrada del pueblo, eran como las 6 de la tarde, empezaba a oscurecer, y como no pasaba ni un alma, ambos comenzaron a caminar rumbo a sus casas, en la orilla de la carretera y juntos a los terrenos y el mogote, al fondo las lucecitas de las primeras casas los alumbraban, Julio se paró a orinar en el camino y Aldo quiso encender un cigarro, de repente algo los embistió a el y a su compadre Julio, " mi compadre cayó y rodó entre las matas" dijo Aldo muy asustado, luego refirió que cuando fue a buscar a Julio, las luces de un aparato enorme lo cegaron, entre las plantas unos hombrecitos grises nos veían fijamente, "ay mujer, me desmayé después de eso, no supe más, pero estoy bien preocupado, temo por mi honor de hombre" le dijo mientras de quitaba los pantalones y trataba de revisarse la cola y los genitales en el espejo del baño, la mirada perdida, y el sudor frío en el cuerpo, la mujer lo veía y al principio no creía, pero luego le revisó la cabeza, efectivamente un golpe entre los cabellos, y unos moretones  en el hombro y los brazos, entonces comenzó a llorar, de verdad algo se lo había llevado desde las 6 de la tarde, ¿que fue ?...
El hombre aquel sentado en un rincón llorando de miedo, se lo habían llevado y no tenía recuerdos de nada, sólo apareció caminando cerca de los tiraderos de basura y cuando se dio cuenta ya iba llegando a su casa...
Pasaron los días y la calma le llegó poco a poco, no comentaron con nadie, ni con el compadre Julio ni la comadre Faby, el llanto desesperado de la mujer fue bajando poco a poco, al parecer algo terrible les había pasado...
Unos meses después, en una boda Juana no se aguantó y le contó a Faby, que la miró atenta, los detalles el sonido, las referencias onomatopéyicas de todo el relato que fue enriqueciéndose en detalles, Faby la miraba atenta y aterrada, "nunca te contó?", le preguntó Juana, a lo que Faby contestó "pues algo así me dijo, pero ya al otro día se arrepintió y me dijo que la verdad fue  que se fueron de borrachos y se quedaron dormidos en la cantina". 

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