domingo, 27 de julio de 2014

Guarnición

Que sabe si necesitamos  ayuda, en general solo es un poquito de dolor de cabeza, mis monólogos son lecciones de dicción y ortografía en mi cabeza, un montón de charlas hacia adentro que voy platicandome entre los días, o  entre las personas, un te quiero significa muchas cosas, mientras levanto los pies para seguir caminando y dirigirme a donde te pueda encontrar, poquito de amor bañado en el tiempo, asoleados en playas o en el Occidente de alguien más, quiero irme, y no se sí eres tu en ese tierno vaivén, o sólo que llegaste a donde hacías falta, sin embargo la necesidad no lo es hasta que se descubre la carencia de algo, hasta que se necesita vamos; no depende, entonces, esto, lo nuestro, del espacio, ni del tiempo, ni de sí me conocías o existías aguardando al destino,  creo que desde hace mucho la cita estaba dada, a esa hora en ese lugar, yo iba a estar en esta situación o en cualquier otra; como una boya en el mar tus ojos bien abiertos, la lágrima en la mejilla, tu visión, mis ojos a velocidad constante, los tuyos un poco más atrás,  mis ganas de no irme, cada lunar pequeñito en la cara, la forma  de tener un mi momento; iba a estar a la hora en ese lugar, cerca o lejos, del otro lado del teléfono, al otro lado del mundo quizás, sólo tu y yo entendemos de que se trata esto, en nuestro nuevo idioma, en la combinación de el "donde sea", "aunque sea", " por lo que sea", un minuto perdido, otro encontrado, tus ganas de nunca parar, las mías de descubrir que es eso del amor; no hay palabras, es biomecánica pura, aliento, alma, un minuto robado, otro encontrado, y de como se ha torcido todo para estar a la hora, en el lugar.

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