Se oye el punteo, el tañir de un alma sobre un ciclo constante, no te he visto, y puede ser que nunca lo diga, pero hay una herida grave que no sanará nunca, te amé desde que te engendré, y te amo hasta hoy hijo; no puedo saber lo que es el futuro sin embargo te juro que todos los días eres de lo primero que pienso, y lo último que imagino antes de dormir, seguro vendrán mejores tiempos, yo he buscado mis sueños pero no estas lejos de ellos, eres parte de esas ilusiones. Yo vendré de lejos, caminaré en la obscuridad y haré mi juego venceré, y un día hijo, sabrás la verdad, el humo se disipará y verás mi rostro claro como la luz de la mañana, y los años que nos robaron ya no nos dolerán porque podrás entender que siempre te he llevado tallado en el alma, que no lloró porque no tengo más lágrimas, mi alma está seca, cristalizada, no siento nada por todos estos años en tu ausencia, pero en cada pensamiento has estado presente así es y así sea, hasta el fin de mis días..
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