Y como si fuera realidad ahí estas frente a mi, con esa mirada insulsa, toda tu lindeza, varios días sin dormir y aún así... Y me recomiendo a mi mismo no entrar en el juego, sentarme con gran sobriedad al lado del camino, no besarte más, porque este corazón, se desmorona cada ves que te ve caminar entre mesas o reír sin pena, de entre esos días la tormeta alumbra y yo pegado al vidrio con aire de seminiño; entiendo que aquí no hay más que el lugar del matadero, me vas a hacer muchísimo daño ya lo siento así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario