Los olvidados

Vivo con un estigma que me pusiste, tu y nadie más, vivo pensando en que sufrir no es nuestro destino, y vivo enamorado de una imagen que es el vago collage de tu alma en otras muchas personas que recorrieron mi senda; pero ninguna de esas imagenes ha llegado, y la visión se fué con la primera luz del sol, esa madrugada en la que soñé su nombre, en el sueño, me dijo como encontrarla, a donde ir, a quien preguntar...pero al despertar, como después de dormir toda una vida, perdí santo y seña y la busque, pensando que tenia tu olor, tu risa, tus manos, pero ha sido en vano, perdí toda esperanza, cada vez que recibo unas letras tuyas, me doy cuenta de que no existe, de que no eres tu, o de que te niegas a serlo, de que escribes por coraje, por orgullo, por una falsa dignidad, y que todo lo que pude soñar contigo, no me pertenece; soy de una raza antigua, de la que las personas olvidaron, soy un elemento viviente, de todos aquellos que han pedido a la vida que les de música para alimentar y sanar sus almas, soy de esa raza de seres olvidados, que perdieron la vida ante el dolor, y que volvieron huyendo de el, y me he dado cuenta de que no existe otro camino, de que los sueños son solo eso, solo vanidad, porque he vivido entre sombras de personas, que pretenden, que no viven mas que para sí y no dejan de destruir a otros, con un afán que no reconozco, he vivido contigo y me doy cuenta de que he vivido solo, porque aunque alegabas estar ahí, nunca me mostraste realmente que eres, nunca te diste cuenta de que estuve ahí, y con grande pena, me he dado cuenta de que nosotros los olvidados estamos condenados a la soledad... estamos condenados a lo que ya pasó, porque recordamos; estamos condenados a perder todo y volver a empezar, a revivir, a recordar, a angustiarnos y a perder el corazón, con la soledad como compañera, con la prohibición explicita de no entregar el alma, de no perder la vida, de seguir solos, nosotros los olvidados estamos condenados a perecer, sin duda.