miércoles, 9 de noviembre de 2011

CALEB

Yo dije que no volvería a escribir sobre amor, por que no existe, y lo digo con la más profunda de las penas, porque yo esperaba que si, de verdad creí que si existía, creí que en la persona de ... "ella", las cosas que yo soñé de niño podrían volverse realidad- "No confiar en nadie"- , creo que ahora entiendo realmente la soledad que tiene dentro esa frase; alguien me dijo hace días que parecía que dentro de mi hay una tristeza profunda, y si. lo admito, es profunda y muy dolorosa la herida que ella con todas sus "buenas intenciones" vino a ver sangrar.
Yo no creo en el amor por que aunque veo que hay gente que habla de el, yo no lo he visto, yo no vi que a mi se me diera otra oportunidad, la piedad que le pedí era eso justamente, una oportunidad de sanar de resarcir muchos daños, en la roca podrida y avejentada que ella tiene por válvula que algún día fue un corazón; no me dio nunca la oportunidad de que sucediera, pero al parecer por más advertencias que yo tuviera no entendí que solamente vino a jugar con mi, ya de por si maltrecho corazón, y no es justo, no es justo para mi ni para nadie, incluso para ella no esjusto jugar a esto. Yo no pedí más que una sola oportunidad, pequeña, pero todo se me negó y entre en el juego de la venganza y de la suerte del mejor postor. ¿Qué siento ahora? no siento nada, me temo que no puedo buscar algo en mí, aunque hoy que caminaba de manera tan frenética por la calle volví a pensar en esas peleas de perros, clandestinas por cierto, y de como entrenan a los perros que utilizan; en sí es algo tan fácil, el tipo que los entrena, toma al perro, lo hace morder una llanta y lo deja colgado ahí, ¡¡por horas!!, la quijada se destraba, los músculos se distienden, la saliva corre y el pobre perro mea y defeca ahí colgado. luego viene el dueño lo descuelga y listo. Cuando los perros pelean, y muerden a otro perro, no lo sueltan nunca, y gana el perro que es mas aferrado. Y bueno en fin, Caleb, es un nombre hebreo, y significa literalmente "perro", y caminando esta tarde me vino la historia a la mente, la visión de todo esto.
Puedo decir con ese ejemplo, que la persona que me hirió, no conoce lo que es amar, realmente, porque aunque no exista el amor, yo soy como uno de esos perros, yo ya no olvido, puedo perdonar casi todo, puedo sufrir mucho dolor, mucho más del que puedas imaginar y aún así seguir adelante y lo más importante, que aunque no exista, y que el amor de mi vida solamente se paró en frente para ver sangrar mi herida y mofarse, yo puedo amar hasta la muerte, con esa necedad férrea, con el último aliento, con toda la sangre y saliva que pueden manar desde mis fauces, yo puedo sí amar hasta la muerte, aunque esas estupideces, para ella no existan.

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