miércoles, 27 de abril de 2011

Morín

Voy cayendo, y detenerme me cuesta tanto, voy dejando un halo de mi espesa penumbra, corregida, diluida. La condición humana es tan ridícula, torpe y aferrada a ver lo intangible y a comprobar que existe lo incomprobable, corrupta y trágica condición, y sin embargo …me separo del ego, me separo del yo biográfico, me separo de todo, me separo para ver, como entre una cortina de escrúpulos, me separo y veo, me separo para ver entre lo que no debes ver y sin embargo, quieres ver … decía Morín que El mundo se moverá en una dirección ética, sólo si queremos ir en esa dirección, ¿Qué hay si no queremos?, ¿Qué hay con imaginarte sin ropa?, seguro esa no es la dirección, y sin embargo has de poder revivir mi cansada emoción, el aire intacto, 220 kilos de fuerza axial hacia un solo punto, media libra de labios desde los talones a la espalda baja, y Morín puede esperar espiando desde la cerradura.

20 minutos de pensar en esto y ya tengo para otros 2 textos, ¿sucede o no sucede?, quien sabe, necesito otros 20 minutos entre la cabecera y bajo la lámpara, para pensar en lo imperfecto que es el perfecto aroma de humedad de la espina dorsal... de quien sea. Cierra esa puerta, y calla el pensamiento, pero ¿no habías pensado en?… que me pase o que te pase… que nos pase juntos.

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